Puebla se ubica en tercer lugar con más agresiones a la prensa en México; prevalecen las agresiones ejercidas por funcionarios del gobierno estatal
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
Puebla es el tercer estado con más agresiones contra la prensa en el país durante el primer semestre de 2021, de acuerdo con la organización Artículo 19.
En el informe La Violencia contra la prensa prevalece, al igual que la inacción del Estado, la entidad poblana registró 22 agresiones, con lo que se mantiene como los primeros cinco estados con más ataques contra periodistas en los últimos tres años.
En el informe anterior que corresponde a 2020, la entidad era segundo lugar con más agresiones en el país hacia periodistas, pues la mayoría de los ataques provenían de funcionarios estatales.
En ese documento, Artículo 19 explicaba que los funcionarios poblanos eran incentivados a agredir a la prensa por el propio discurso y actitud del gobernador Miguel Barbosa Huerta.
El primer estado con más agresiones contra la prensa es Ciudad de México con 64 casos, seguido de Tamaulipas con 23, el cual comparte posición con Quintana Roo con 23, el cuarto es Guerrero con 21 y Baja California con 19.
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Artículo 19 explica que aunque Ciudad de México es la entidad con más agresiones, no significa que sea la más violenta del país contra la prensa, ya que además de considerar la población de periodistas que están en la capital del país se relaciona a las redes de protección que hay para incentivar las denuncias.
Lo anterior permite que haya mayor confianza para denunciar y reportar la violencia que sufren tanto de autoridades como de la sociedad civil.
En tanto, en Tamaulipas considera que hay un subregistro de denuncias, pues es considerada una “zona silenciada”, pues no todas las agresiones contra la prensa son denunciadas ni documentadas. En este caso los agresores son servidores públicos, particulares e integrantes del crimen organizado.
A esto se suman los hostigamientos legales a través de la ley electoral estatal por parte de candidatas, así como intimidaciones y hostigamientos, amenazas y ataques digitales, durante el proceso electoral, pues al menos 30% de las agresiones en esa entidad fueron vinculadas a la elección.