En Puebla, los asesinatos contra mujeres cometidos con armas de fuego han aumentado 56%, según registros oficiales. Los perpetradores de estos feminicidios pueden estar ligados tanto a bandas como al crimen organizado.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
En los últimos años, las armas de la violencia de género han cambiado. Si antes las mujeres eran víctimas de golpes mortales, ahora, con hombres armados en las calles, lo son de los disparos.
“Las noticias están llenas de mujeres que amanecen con disparos todo el tiempo, a la mujer, a la exmujer, la pareja que ya no quería estar, e incluso a la madre o a la suegra, van a su casa y las ultiman, pues ahora están armados”.
Esto dice el informe La violencia de género a mano armada, elaborado por la asociaciones Intersecta, Data Cívica, EQUIS Justicia para las Mujeres y el Centro de Estudios Ecuménicos.
“Porque ahora (los feminicidas) son parte del crimen organizado, porque son parte de pandillas y se sienten con esa posibilidad de hacer, deshacer y desaparecer”, explica Claudia González, activista en Red Necesito Abortar y en colectiva que apoya a mujeres migrantes.
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En el estado, de acuerdo con datos de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los asesinatos de mujeres crecieron 36% en los últimos cinco años.
Sin embargo, los cometidos con arma de fuego –según las carpetas de investigación abiertas por la Fiscalía General del Estado- incrementaron 56% en el mismo lapso.
Los feminicidios perpetrados con armas de fuego en Puebla también presentaron un aumento, pues de un caso registrado en 2015, para 2020 fueron 13.
A nivel nacional, de 2007 a 2019, los asesinatos con arma de fuego contra hombres incrementaron 318% y para las mujeres fue de 357%.
No sólo eso, la tendencia en los homicidios contra mujeres cambió: en el año 2000 estos crímenes se cometían dentro de las viviendas; para 2008, los asesinatos a mano armada se dieron en la vía pública, lo que sucedía con los hombres en dicho periodo.
“Sobre la violencia armada en el espacio público, la diferencia entre cuando matan a un hombre y cuando matan a una mujer con un arma, lo único que podría decir que lo distingue es la exhibición del cuerpo, la forma en que se exhibe y dónde se deja ese cuerpo”, agrega Claudia González.
En su opinión, cuando las mujeres están relacionadas con el crimen organizado y luego son asesinadas, sus cuerpos son exhibidos más que los de los hombres. Por lo regular, ellos son asesinados en enfrentamientos; ellas, comúnmente, son torturadas.
La Zona Oriente: una región “sin ley”
La entidad poblana formaría parte de un corredor “sin ley”, que Rita Canto, activista e investigadora identifica como Zona Oriente, puntos de Ciudad de México como Gustavo A. Madero y las zonas limítrofes de la capital del país, como Puebla y Estado de México.
Para la investigadora, en estos espacios los cuerpos de las mujeres son impunemente violentados, o tratados como mercancía porque generan una “enorme rentabilidad”. Pero una vez que no les funcionan, en esa misma zona, son abandonadas, por lo que en los últimos meses han salido a la luz diversas fosas clandestinas.
La también activista asume que en esta zona no sólo extraen a las mujeres, ahí mismo son explotadas por cárteles que operan en la zona y grupos delictivos.