Alexis Sánchez Cabanzo tiene apenas 3 años y desapareció en Ixhuapa, Zoquitlán, a principios de diciembre. Las autoridades de Puebla comenzaron a reportar su caso más de un mes después, según el testimonio de su madre.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
Alexis Sánchez Cabanzo tiene tres años y está desaparecido. Ha pasado mes y medio desde ese jueves 2 de diciembre de 2021, cuando Refugia, su madre, lo vio por última vez en Ixhuapa, en Zoquitlán, un municipio enclavado en la Sierra Negra.
Aunque se trata de un menor de edad, fue hasta el viernes 15 de enero cuando les dijeron que apenas habían activado la Alerta Amber –el mecanismo que avisa a las autoridades de los tres órdenes de gobierno sobre la desaparición de un menor— y ese día la Comisión Estatal de Búsqueda comenzó a difundir su ficha de búsqueda.
Ese mismo día, a los padres de Alexis les negaron el acceso a la carpeta de investigación, por lo que tuvieron que viajar hasta la ciudad de Puebla al ver que no había avances en su caso.
“Yo siento que hasta nos quieren echar la culpa, porque nos separaron a mi esposo y a mí, y a él le preguntaron si estaba metido en problemas y por eso desapareció nuestro hijo”, relata a Manatí.
Han sido sus vecinos quienes han buscado a su hijo, ya que hasta este fin de semana, las autoridades no habían acudido a Zoquitlán a iniciar con la búsqueda ni la investigación.
Por eso, acudieron a Ciudad de México para hablar con personal de la Secretaría de Gobernación federal y denunciar las inconsistencias de la investigación en su caso.
Refugia es ama de casa, su esposo es campesino y hasta ese jueves 2 de diciembre que no encuentran a Alexis, creían que vivían en un lugar seguro, en donde hasta ese día no se habían reportado desapariciones.
El día que desapareció Alexis Sánchez Cabanzo
Refugia recuerda que ese jueves eran las 3:30 de la tarde, habían ido a un evento en la escuela primaria Agustín Melgar, Alexis y Ángel –otro de sus hijos de cuatro años—jugaban en el patio de la escuela.
Hacía frío, la neblina bajaba y otra de sus hijas le pidió que la tapara con su suéter, por lo que Refugio perdió de vista por unos minutos a sus dos pequeños, cuando volvió con ellos, Alexis ya no estaba.
Ángel estaba callado, asustado, no respondía a las preguntas de su madre sobre el paradero de su hermano.
Ese día Refugia siguió buscando, recorrió la escuela, buscó en los baños, los salones, regresó a su casa con la esperanza de hallarlo en el camino, entró a su hogar, pero Alex no estaba ahí.
“Pregunté en la escuela y dicen que no vieron nada, no saben nada. Nos estaban ayudarlo a buscarlo, ya eran las 11 de la noche; mi esposo con su mamá, anduvieron buscando y no encontraron nada”, relata.
Pasaron los días y Ángel dijo que un hombre se les acercó cuando jugaban, abrazó a Alex, le tapó la boca para que no gritara y se lo llevó.
La familia de Alex denunció esto ante la Fiscalía General del Estado (FGE), pero no acudieron a investigar ni buscar al menor, aunque les habían prometido hacerlo.