Comerciantes informales se manifestaban para pedir el regreso de mercancía retirada por personal de Vía Pública, cuando policía municipal los quiso retirar del zócalo

GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez

Eran casi las 4 de la tarde cuando un grupo de comerciantes del Frente de Vendedores Tradicionales y Comerciales se plantaron en el zócalo de Puebla con sus puestos semifijos a manera de protesta contra personal de Vía Pública.

Horas antes, habían de decomisado la mercancía de una adulta mayor en calles del Centro Histórico y pedían que se la devolvieran.

Los puestos semifijos de elotes, tacos y mangos tenían encima consignas como “exigimos nuestro derecho al trabajo”, “nosotros trabajamos honestamente, ¿y usted señor secretario?”.

En medio de la protesta, una avanzada de personal de Vía Pública con elementos de la Policía Municipal intentó quitar los carritos y subirlos a la camioneta blanca –utilizada para decomisar mercancía—pero ante la resistencia de los comerciantes, se registraron jaloneos y golpes entre ambos grupos.

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Las botellas de vidrio de refresco volaron contra los elementos de la policía municipal, mientras ellos jaloneaban a los vendedores que se aferraban a los carritos con la poca mercancía que quedaba.

Varias docenas de mangos quedaron aplastados en la plancha del Zócalo, cuando los vendedores hicieron un círculo para proteger los pocos puestos que habían quedado intactos.

Más gente observaba y los policías que ya habían llamado a más elementos, intentaban volver a quitarlos del Zócalo, pero ante más prensa, optaron por encarar a los comerciantes, entre ellos a Teresa Huitzil Torres, la dirigente de la agrupación que se manifestaba.

Ella intentaba calmar a sus compañeros, pero el policía que se acercó sólo se dirigía a los hombres que estaban a su lado.

“Yo soy la dirigente, no seas machista, conmigo tienes que hablar. Siguen siendo machistas. Yo sí soy comerciante, no delincuente como otras organizaciones”, lanzó.

Los elementos policíacos dieron pasos atrás, los de Vía Pública sólo observaban, hasta que quisieron negociar: su retiro, por el regreso de la mercancía, incluida la que había originado la manifestación.

El ambulantaje en la ciudad  

El reordenamiento del ambulantaje fracasó en diversas administraciones, cuando intentaron moverlos en el mercado del Ferrocarril en la 11 Norte y 18 Poniente en 2009 y luego en el Mercado La Merced, pero al no obtener las ventas que esperaban, volvieron a las calles. De hecho, su regreso a las calles fue en la administración de Eduardo Rivera Pérez, entre 2011 y 2014.

El ambulantaje en las calles del Centro Histórico creció poco a poco en la gestión de Antonio Gali Fayad, hasta que en febrero de 2017 –cuando él dejó la alcaldía para ser gobernador–  su sustituto, Luis Banck Serrato ya enfrentaba el desbordamiento de hasta 2 mil 500 ambulantes.

Para ese entonces, líderes ambulantes ya controlaban el Centro Histórico, con cuotas a los comerciantes por su instalación en las calles de entre 30 pesos y hasta 150 pesos, lo cual dependía de la calle y del producto que comercializaran.

Hubo un operativo con granaderos en las calles, que evitaban su instalación, pero esto duró pocos días.

Entonces, se puso sobre la mesa una idea: regular el ambulantaje, si los líderes cobraban por las calles, el ayuntamiento crearía un corredor comercial y delimitaría los espacios, y además recaudaría.

Pero esto significaba que los ambulantes liberaran la 8, 10 y 12 Poniente, para sólo instalarse entre la 16 y 18 Poniente. Además, modificaron el Código Reglamentario Municipal (Coremun) para poder regularlos. Los ambulantes lo rechazaron y siguieron en las calles.

En 2018, Luis Banck Serrato dejó alrededor de 2 mil 500 ambulantes, los cuales permanecieron en las calles hasta la gestión de Claudia Rivera Vivanco.

Los que siguen en las calles

Al final de la administración de Rivera Vivanco calculaban que había 3 mil ambulantes, pero el secretario de Gobernación Municipal, Jorge Cruz Lepe, dijo que heredaron un aproximado de 5 mil comerciantes informales.  

De acuerdo con administraciones estatales como la de Antonio Gali Fayad y la actual de Miguel Barbosa Huerta, líderes de ambulantes también son vinculados a otros delitos como narcomenudeo y trata de personas.

El Fede, líder de la agrupación Fuerza 2000 –que se instala entre la 8 y 10 Poniente—está detenido señalado de homicidio y lesiones.