Yanelli Velasco fue víctima de abuso sexual en dos episodios distintos; pero sólo dos de los cuatro presuntos responsables han sido detenidos. Con una cartulina en una mano y con su hija en la otra, Yanelli exige justicia.
GUADALUPE JUÁREZ /@lupjmendez
Para Yanelli Velasco, el 8 de junio se ha convertido en un día de resistencia. Acompañada de su hija pequeña, protesta frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) por segundo año consecutivo para exigir la aprehensión de dos de los cuatro agresores sexuales que la atacaron hace siete años.
Por la mañana de este jueves, Yanelli llega a la fiscalía y, en cuanto la ven sacar un par de cartulinas, los policías cierran la puerta. Un hombre con traje la graba con su teléfono y le pide datos sobre la carpeta de investigación con su caso.
La primera agresión ocurrió el 8 de junio de 2016 en Huauchinango, cuando abordó un taxi colectivo y dos hombres abusaron sexualmente de ella. Los dos están detenidos: uno cumple una condena de 10 años de prisión y el otro fue aprehendido hace unos meses, en septiembre del 2022.
La segunda agresión sucedió en 2017. Dos hombres entraron a su casa y abusaron sexualmente de ella frente a su hija. Con un objeto punzocortante marcaron en su pecho la palabra “puta”. Hasta ahora, ninguno ha sido detenido.
“Durante siete años me he mantenido al pendiente de mis procesos, y aunque por supuesto han habido avances, hoy le vengo a recalcar a la Fiscalía que de cuatro agresores todavía les faltan dos, y que no me voy a callar y a dejar de exigir justicia hasta que los cuatro agresores estén tras las rejas”, dijo a Manatí durante la protesta.
Tras las agresiones, Yanelli perdió la visión de su ojo izquierdo y aún necesita una cirugía en la nariz. Pero el personal médico que la ha atendido en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP) la ha revictimizado al decirle que el trato que recibe es “tráfico de influencias”.
Esto ocurre porque al personal médico no se le capacita para comprender que esta atención es parte de una serie de medidas de reparación del daño que el Estado asume como responsable de la seguridad y bienestar de las víctimas.
“Deben tener mucho cuidado con cómo atienden a las víctimas. No van por gusto, van por necesidad. Ya bastante mal nos ha tratado la vioelncia par que los servidores públicos nos hagan lo mismo. No les debemos nada”, denunció Yanelli.
