Por Carlos Galeana / @CarlosGaleanaB
Las luces y la música que suena en el lugar se apagan. Mientras eso ocurre, algunas personas que miraban su celular lo guardan y su vista se dirige al escenario. Frente a ellos 4 personas emiten sonidos progresivos durante varios minutos.
“Nosotros somos Bvfalo, de Atlixco. Nos pueden escuchar Spotify”, dice el vocalista al culminar la primera canción e inaugurar el inicio del ciclo 5 del Circuito Inidio en el Beat 803. Al terminar la frase, continúan tocando.

Después de 5 canciones se despiden para dar paso a la segunda banda, se llama Relicario, en su fan page de Facebook se describen como una agrupación con influencias de rock alternativo, progresivo e industrial. El público los escucha y poco a poco logran cautivarlos; los aplausos y los vasos con cerveza alzados no mienten.

El tiempo pasa. La noche se pone romántica, la música de Charlie Rodd logra que algunas personas se miren fijamente y segundos después comiencen a besarse. Otros sacan su celular y mandan audios a través de servicios de mensajería cantando a todo pulmón. Tal vez a alguien que aman y que no pudo estar esa noche a su lado.
Entre aplausos se despide.
El escenario está vacío, frente a él se encuentra una pantalla donde se proyectan videos. Inesperadamente, se apaga y comienza a enrollarse. La gente enloquece, pareciera que los sonidos de una guitarra acompañados de una voz masculina son la causa.
¡TE AMO, PASCUAL!, grita uno de los eufóricos. Al finalizar la primera rola sale el resto de los integrantes de la banda. ¡Somos San Pascualito Rey!, saluda el vocalista.

Los asistentes en ningún momento dejan de cantar. Cada minuto lo hacen con más fuerzas. Algunos celulares se convierten en lámparas que al ritmo de los instrumentos de las canciones corean sus éxitos. Otras personas prefieren la nostalgia y sacan encendedores que comienzan a mover de un lado a otro.
El sábado 2 de septiembre no solo fue el regreso de San Pascualito Rey y Charlie Rodd, también fue un día para recordar amores, fue un día donde quedamos hipnotizados gracias a la música que emitieron todos los que subieron al escenario.