La zoofilia en Puebla será sancionada hasta con cuatro años de prisión, de acuerdo con lo aprobado por el Congreso del Estado.
STAFF MANATÍ | @ManatiMX
El Congreso de Puebla aprobó por unanimidad sancionar la zoofilia hasta con cuatro años de prisión y multas de hasta 43 mil 428 pesos.
De acuerdo con el diputado Jaime Natale Uranga, el dictamen se integró con 28 iniciativas presentadas por diputados y diputados así como por el Ejecutivo del Estado, con el fin de atender esta problemática.
Además, recordó que el abandono de un animal de compañía, que se encuentre bajo responsabilidad y cuidado de una persona, se sancionará de diez meses a dos años de prisión y con 100 a 250 Unidades de Medida y Actualización, por lo que recalcó que como parte de lo aprobado, los gobiernos municipales deberán destinar presupuesto suficienciente para crear, instalar, administrar, regular y operar los Centros de Bienestar Animal, así como garantizar su debido funcionamiento.
Por otra parte, la diputada Laura Zapata expuso que la reforma también contempla fomentar la tenencia responsable de mascotas, promover campañas de esterilización así como acciones de sensibilización para dar un trato respetuosos a las especies no humanas.
Con las reformas, se prevén como infracciones, entre otras, someter a un animal a la realización de trabajos, horarios o actividades que sobrepasen su fuerza o capacidad, en vista de las condiciones físicas en que se encuentra; la práctica de cualquier conducta sexual con animales; abandonar a un animal; dejarlo en azoteas o encadenarlo por periodos prolongados; utilizar a los animales como premios u obsequios, en ferias, concursos o cualquier actividad análoga.
De igual forma, se prohíbe cualquier trato, acción u omisión en contra de los animales, tales como: dejarlos encadenados o sujetos por cualquier medio o en un espacio reducido que no le permita su patrón de comportamiento natural por un tiempo tan largo que afecte nocivamente su salud; dejarlos solos dentro de vehículos automotores, expuestos a condiciones térmicas o de cualquier índole que puedan poner su vida en peligro; dejarlos en azoteas, a la intemperie, en inmuebles abandonados o someterlos a tratamientos de entrenamiento forzados, o castigos que le provoquen sufrimiento o maltrato, o le causen estados de ansiedad o miedo