12 años sin Araceli: su madre sigue exigiendo justicia mientras la pena del feminicida se reduce.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
Amanda Barranco cumplirá 12 años de lucha para que su hija Araceli Vázquez, víctima de feminicidio, obtenga justicia, lo que todavía parece estar lejos.
En el aniversario luctuoso número 12 de su hija tendrá que librar una batalla más, lograr que el delito sea reclasificado como feminicidio, ya que la Cuarta Sala Penal del Poder Judicial de Puebla redujo la pena de su asesino, Javier Mauricio N. de 35 años a sólo 27 años y 6 meses de prisión, al considerar que no se comprobó que había acoso reiterado, una razón de género para juzgarlo como feminicidio.
Amada recurrió a un amparo que resolverá el Tercer Tribunal Colegiado este jueves 13 de noviembre con lo que busca se reclasifique de nueva cuenta el delito a feminicidio y aumentar los años de cárcel.
Amada dijo que se le hace injusto que le rebajen años, cuando permaneció una década prófugo después de arrebatarle la vida a su hija, la única de cuatro que tuvo que a pesar de las dificultades económicas, estudió una licenciatura y encontró su primer empleo formal.
Con la voz quebrada de nuevo por el dolor, acusó que durante los 12 años del proceso ha recibido malos tratos de la Fiscalía General del Estado (FGE), desde el día que denunció a la ex pareja de su hijo hasta cuando fue detenido, 10 años después y que se enteró a través de la prensa y no por las autoridades como debía suceder.
Su asesora jurídica Fernanda Santos de la Clínica Jurídica Minerva Calderón de la Ibero Puebla, explicó que el amparo que solicitaron buscan comprobar que hay elementos suficientes para que la sentencia sea por feminicidio y reprochó que los juzgadores no pidieran a la FGE las pruebas que Amada recolectó a lo largo del proceso.
Entre estas se encuentran los mensajes que le enviaba Javier Mauricio a Chely, las pruebas que conocía la dinámica familiar por la relación que sostuvo con ella.
Por ello, pidió que también se sancione a los ministerios públicos que fueron omisos en el seguimiento del proceso.
Por su parte, Natalí Hernández de Cafis recordó que este caso es reflejo del nivel de impunidad que puede haber en otros en la entidad, la cual todavía tiene Alerta de Violencia de Género.
Asimismo, apuntó que Javier Mauricio rehízo su vida en un municipio cercano a Acajete, donde vivía Chely, lo cual refleja el nivel de violencia de género que hay en Puebla, ya que nunca se preocupó de que lo buscaban las autoridades ni estas fueron capaces de hallarlo por más de 10 años.



