Hasta hace tres años, Rodrigo era sólo un licenciado en Derecho por la UDLAP que había trabajado, sobre todo, en órganos y tribunales electorales locales. Su formación profesional indicaría eso: que se preparaba para ser funcionario electoral, más que político. Pero su reciente nombramiento como coordinador del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador en Puebla lo sitúa entre los principales rostros del círculo rojo —un rostro joven, de 38 años— y en la disputa por la sucesión del gobierno estatal de 2024