MARIO GALEANA | @MarioGaleana_
Los daños al atrio de la Catedral de Puebla provocados por la instalación de la réplica de la Capilla Sixtina, el capricho eclesiástico que violó la ley federal, han comenzado a ser reparados sin que las autoridades estatales y federales ofrezcan un informe técnico sobre las afectaciones al inmueble histórico.
La instalación de la réplica se instaló sin permisos federales, costó 20% más de lo que anunció el gobernador Miguel Barbosa Huerta y pudo haber dañado entre decenas y cientos de lajas del atrio que datan del siglo XVII.
La réplica fue inaugurada el 30 de noviembre y, aunque debía retirarse a principios de febrero, permaneció en el atrio de la Catedral hasta mediados de marzo. Ahora, casi siete meses después, las lajas desprendidas por la instalación han sido recubiertas con gravilla en tanto son sustituidas.
En mayo, Manatí documentó que decenas de lajas habían sido retiradas y apiladas en el mismo atrio, donde sólo se encontraban recubiertas por una lona. Meses después, el portal e-consulta cuantificó afectaciones en por lo menos 295 piezas.
Nota completa, aquí: Capilla Sixtina desprendió lajas del atrio de la Catedral
Pero ahora que los trabajos de reparación han comenzado, el secretario de Cultura en el estado, Sergio Vergara Berdejo, aseguró que sólo 30 lajas serían reparadas y un 10% más serían sustituidas por lajas nuevas.
“Valió la pena”, dice Barbosa
Las afectaciones al atrio de la Catedral, un inmueble histórico protegido por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, fueron justificadas por el gobernador de Puebla bajo el alegato de que la instalación de la réplica “valió la pena”.
Y qué bonita estuvo la Capilla Sixtina ¿no? Valió la pena. Y la Puebla esplendorosa, histórica y colonial, ahí está. Y cientos de miles de poblanas y poblanos, inclusive visitas de otros estados, vinieron. De verdad, qué acierto el haber podido traer este espectáculo”, se regodeó.
En el contrato número DABS/GESAD-043/SC/022/2019, signado entre Julio Glockner Rossainz, ex titular de la Secretaría de Cultura, y el representante de Capilla Sixtina en México S.A. de C.V., Gabriel Berúmen Tiburcio, se establece que entre las obligaciones de este último se encuentra la reparación total o parcial de daños provocados a la Catedral de Puebla.
Por su instalación, el gobierno del estado pagó 19 millones 179 mil 778.72 pesos, es decir, 3 millones de pesos más del monto oficial difundido por la propia administración estatal.
En el contrato se clasificó como confidencial el montaje de la réplica, cuyos trabajos de instalación comenzaron a mediados de noviembre, sin que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) los hubiese avalado.
De hecho, la autorización se presentó el 22 de noviembre, es decir, una semana más tarde.
En agosto, tras presentar su renuncia al cargo, Glockner Rossainz culpó al pare rector de la Catedral de Puebla de ser responsable de no haber solicitado los permisos ante el INAH para la instalación de la réplica de la Capilla Sixtina.