Debido al riesgo de contagio, la pandemia por covid-19 ha disminuido los trasplantes de órganos. En México y Puebla se registró una disminución de más del 73% en donaciones.
PALOMA FERNÁNDEZ | @PalomaPEN
En 2020 se registró una baja radical de donaciones de órganos en México. A lo largo de 2019 y hasta enero de 2020, en el país se realizaron 7 mil 81 trasplantes; pero a partir de ese mes las donaciones se redujeron a 2 mil 303, según el Centro Nacional de Trasplantes (Cenantra).
Esta disminución también se reflejó en Puebla. A lo largo del 2019 se efectuaron 308 trasplantes renales y de córnea, mientras que el año pasado sólo se realizaron 82, es decir, 75% menos.
En todo el país hay 23 mil 92 personas a la espera de un trasplante; el 73% corresponde a pacientes que requieren un riñón, según indicadores federales.
Hasta septiembre de 2020, Martha Elena Barrientos Núñez, coordinadora hospitalaria de la Donación y responsable de la Unidad de Trasplantes de la Secretaría de Salud del estado, señalaba que había alrededor de mil 911 pacientes en Puebla esperando trasplantes de córnea y riñones.
Esta disminución súbita de donaciones está ligada a la llegada del SARS-CoV 2 en el país, pues con su propagación a inicios de abril de 2020 alertó de manera inesperada a la población y puso en riesgo mayor a aquellos pacientes que esperaban un trasplante.
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¿Por qué disminuyeron los trasplantes?
Sin embargo, esta baja no quiere decir que cultura de la donación de órganos haya desaparecido. En entrevista con Manatí, Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica de Urgencias de la UPAEP, señaló que la tendencia al alza permanecía en el 2019, siendo que Puebla incluso permanecía entre los primeros 10 lugares a nivel nacional.
“Cuando un paciente va a recibir algún órgano se tiene que suministrar cierto tipo de medicamentos que son un poco “tóxicos”, si así se le puede llamar, para el organismo; pero son muy necesarios para evitar que haya un rechazo del mismo órgano que fue trasplantado. Es por esta razón que los pacientes se consideran inmunocomprometidos”, explica.
Los pacientes en espera de un trasplante tendrán que permanecer en lista hasta que se tengan las condiciones necesarias para poder realizar un trasplante, ya que un mínimo error no solo pone en riesgo la práctica, sino también la vida del receptor.
“Los hospitales están bajo un riesgo muy alto de contaminación por coronavirus, y hay que tomar medidas sumamente delicadas para llevar este asunto; de todas maneras se corre un riesgo muy alto de que un paciente se pueda contaminar en un área de quirófano para un trasplante”, explicó.
Mientras la pandemia siga siendo una realidad cotidiana, los donantes fallecidos por COVID-19 no podrán ser un factor seguro para trasplante.
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“Están falleciendo muchos pacientes pero por coronavirus, desafortunadamente, y obviamente son pacientes a los que no se les pueden quitar órganos para donación ni mucho menos”, agregó López Villalobos.
En esta coyuntura a los pacientes en lista de espera se les ha pedido aguante, paciencia y constancia con sus respectivos tratamientos hasta que sea seguro realizarles un trasplante, pues a pesar de que no pueden presentar una mejoría en su estado, la calidad de vida que tengan durante la pandemia depende de la estabilidad de su estado médico.
“A estos pacientes hay que darles el mayor confort posible, hay que darles sus medicamentos y cuidarlos mucho; hay que evitar que se contagien de alguna bacteria o virus y aguantar, no hay de otra. Hay que ser conscientes totalmente de este tipo de situaciones, no es porque nadie quiera hacerlo, no es porque no existan los medios, es porque es sumamente complicado y peligroso realizar un trasplante en estos momentos”.