Dirigido por Laura Herrero Garvín, el documental La Mami cuenta la vida de una mujer que laboró en el cabaret Barba Azul, uno de los más populares de la Ciudad de México.

PALOMA FERNÁNDEZ | @PalomaPEN

El cabaret Barba Azul es uno de los sobrevivientes del boom que tuvieron estos lugares en la década de los cincuentass, se mantiene en pie junto con la colonia Obrera de la Ciudad de México.

En sus entrañas, aún se conserva la estética cabaretera de la época, con música tropical variada y las ficheras, mujeres que bailan y beben con los asistentes del lugar por una cuota.

Mujeres de compañía o trabajadoras sociales, como La Mami prefiere llamarles más allá de los calificativos despectivos que señalan a quienes ella considera casi como sus hijas, han encontrado en un lugar cobijo, consejo y unión en el baño de mujeres de este cabaret.

La magia de este espacio se plasma en el documental dirigido por Laura Herrero Garvín, “La Mami”.

“La Mami” se estrenará el 13 de mayo en las salas de cine de la Ciudad de México, con aforos controlados y las medidas de seguridad que exige la pandemia para que las y los espectadores conozcan este legendario cabaret.

El sobrenombre de La Mami vela la historia de una mujer que ha visto pasar poco más de cuatro décadas repartiendo papel por propinas en el baño de mujeres; que ha sido la consejera, acompañante y prácticamente una madre para la mayoría de las mujeres y personal que trabaja en este cabaret.

La señora Olga, mejor conocida como La Mami, es uno de los pilares del Barba Azul desde que trabajaba para los grupos musicales que se presentan en vivo en este lugar.

Una lesión en su pierna la llevó a atender el baño de mujeres, que es el lugar al que años después llega Carmen, una madre soltera que llega a buscar trabajo para poder dar sustento a su hijo con cáncer.

La Mami se reconoce parte de una familia que va desde los dueños, los grupos musicales, las ficheras, los meseros, hasta ella. Una familia a la que ella aconseja y apoya sin prejuicios, siendo muy consciente de que la historia de esas mujeres va más allá de lo que dice la sociedad de ellas.

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“Quiero hacer saber que no es el trabajo “fácil”, como les gusta decir a algunos, porque tienen que pasar por muchas cosas para poder ganar y salir adelante, como mamás y como mujeres”.

Laura Herrero reconoció que precisamente estos juicios y señalamientos hacia las ficheras hacen de su trabajo un estigma gigante del que ni ellas quieren hablar, pero que este documental pretende romper conociendo sus historias, sus noches y sus bemoles.

“Las mujeres e historias que se plasman en el documental han encontrado un espacio y una familia en el Barba Azul, y se dignifican desde su trabajo”, comentó la directora en conferencia de prensa.

Laura Imperiale, productora de esta cinta, reconoció que la creación de este documental representa muchas cosas para el mundo documental, pero sobre todo para los espacios donde la narrativa femenina comienza a tomar terreno.

“El cine no es una excepción de lo que pasa en la sociedad”, dijo al haberse cuestionado el papel de las mujeres como creadoras en el cine, pues a pesar de que ella y su compañera de filme reconocen que la mujer está dominando el documental, aún falta mucho para hablar de cine en el que la perspectiva narrativa sea una realidad completa.