La LX legislatura del Congreso de Puebla cerró su último día de periodo ordinario amurallado entre cercas y policías estatales, y en medio de protestas de familiares de víctimas de desaparecidas y mujeres que exigen la despenalización del aborto.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
La LX legislatura prometió hacer historia y lo ha hecho. Es el último día del último periodo ordinario, y el Congreso de Puebla está amurallado, con cercas que protegen las dos calles donde hay accesos al recinto y policías armados que custodian el edificio.
Afuera, hay madres, tías, hermanas y esposas de víctimas de desaparecidos que suplican en una de las entradas al Congreso, ser recibidas por los legisladores.
Hay familias que en lugar de recibir consuelo y apoyo, se encuentran rodeadas de policías y patrullas que buscan repelerlas.
María Luisa Núñez Barajas, fundadora del Colectivo La Voz de los Desaparecidos Puebla, alza las manos para mostrar que va desarmada ante el operativo que pocas veces es montado afuera del recinto legislativo.
“No traemos armas, nuestra única arma que siempre nos ha acompañado es la de la razón y la de la justicia, hoy tristemente nos encontramos rodeados de la fuerza pública del Estado. Tenemos miedo de que los señores uniformados atenten con nuestra integridad”, dice.
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Los familiares piden respeto y que los policías se retiren para evitar ser revictimizados, pero los elementos enfundados en uniformes azules no se mueven ni un centímetro. Cruzan los brazos, miran hacia otro lado, pero no se mueven.
María Luisa pide que se abra un periodo extraordinario para que las comisiones sesionen y dictaminen la iniciativa que han integrado familiares de víctimas, especialistas que los han acompañado en búsquedas y de la Ibero Puebla, y que permanece congelada desde hace un año.
Lleva en sus manos las 6 mil 99 firmas que se han dedicado a recolectar en toda la entidad, los escritos que han llevado al gobernador Miguel Barbosa Huerta y a los diputados, que sólo se acumulan en una carpeta; lleva en las manos el retrato de su hijo Juan de Dios, desaparecido hace cuatro años.
“Este Congreso ha sido omiso, ha sido injusto, esto que hoy hacen de irse, dejando esta iniciativa de ley, dejando en el limbo a más de 2 mil 600 de desaparecidos es un crimen, es una infamia”.
El encuentro con diputados
Pasan los minutos y sale una comitiva de legisladores encabezados por la morenista Estefanía Rodríguez Sandoval, la panista Mónica Rodríguez Della Vecchia y Marcelo García Almaguer.
Atrás, tratando de no llamar la atención, también está la morenista Vianey García Romero y Eduardo Gandur, el suplente de Gabriel Biestro Medinilla, el legislador con licencia que había prometido aprobar la ley que proponían las familias.
Mientras intercambian números, escritos y dudas, Gandur espera y le promete a María Luisa que va a “pasar la ley”, pero que se “tiene que hacer bien”.
—Ustedes nos fallaron. Bueno, tú no, pero…
—No, no, Morena nos les falló. Es que cuidamos que no se vaya a lucrar con eso —la interrumpe.
—Exacto
—Va a salir, va a salir bien, frente a medios, porque tiene que resolverse el problema de desaparecidos, de una manera o de otra. Esa es mi promesa.
Los diputados entran al recinto con las hojas de peticiones y firmas en mano, las familias siguen afuera clamando justicia, pero la ley sigue congelada.
La sesión ordinaria sigue, María Luisa hace un cálculo: si la comitiva que los recibió cumple su promesa, entre hoy y mañana convocarán un periodo extraordinario, y esperarán, ahí, bajo la lluvia que ha azotado a la ciudad en los últimos días, ahí, rodeada de policías.
Limitan protestas en el Congreso de Puebla
Afuera del cerco. un grupo de mujeres ha limitado su protesta a pegar las caras de los legisladores y las consignas para despenalizar el aborto.
Echan en cara a los legisladores por no cumplir con sus promesas para llevar ante el Pleno la Interrupción Legal del Embarazo antes de las 12 semanas y estar rodeadas de policías en el último día del periodo ordinario.
Los policías evitan que pase cualquier persona, inclusive a los turistas que se alojan en un hotel, o a los compradores de las tiendas departamentales.
El apapacho del gobernador
Pero, para el gobernador Miguel Barbosa, el trabajo de la LX legislatura es “destacado”, aunque guarden en la congeladora la despenalización del aborto y la ley de desaparecidos.
“Esta legislatura atendió todos los asuntos de la vida pública de nuestro estado, no dejó de atender ninguno solo, donde había consensos, donde había posiciones que avanzar”, dice horas antes, desde su conferencia de prensa matutina.
Ha enlistado las leyes que ha enviado desde el Ejecutivo, como la Ley de Educación, la notarial y el retiro del fuero constitucional de los tres poderes.
“Sólo los perfectos que critican, pero no gobiernan, los perfectos que nunca van a gobernar”.
El gobernador ha reconocido que guarda en su escritorio una ley de desaparecidos, pero ha minimizado las críticas de los familiares.
“Hay una ley general de desaparecidos y cuando la hay se aplica todo el país y lo que hace las leyes particulares regula competencias, pero deben de estar ajustadas a la ley federal. Razones debió tener la legislatura para no abordar este asunto o razones en un periodo extraordinario o la siguiente legislatura”.