Suri Saday, de 18 años, fue víctima de feminicidio en una localidad cercana a Tehuacán, donde las autoridades sólo reconocen de manera oficial 10 asesinatos contra mujeres por razones de género en los últimos cinco años.
MARIO GALEANA | @MarioGaleana_
El feminicidio de Suri Saday García, estudiante de bachillerato de 18 años, ha agitado la indignación de la comunidad de la región de Tehuacán, de donde era originaria.
El domingo 10 de octubre familiares, amigos, amigas y habitantes de Tehuacán realizaron dos marchas para exigir justicia por el feminicidio de Suri Saday.
La primera protesta reunió a 100 personas y fue encabezada por sus compañeras, que entonaron la canción “Vivir sin miedo” de Vivir Quintana mientras recorrían las calles del municipio.
La protesta culminó en el Monumento a la Madre, una estatua cerca del centro de Tehuacán que se ha convertido en un referente de las marchas feministas. Allí, una de las amigas de Suri narró que el día de su desaparición habían acordado encontrarse en la ciudad.
“Nos privábamos de vernos por el miedo a salir, y cuando llegó la hora de vernos nunca llegó. No se fue con ningún hombre, no salió con ropa corta, no era de noche”, dijo frente a la prensa, tratando de anular cualquier discurso que pretendiera revictimizar a Suri o a su familia.
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La segunda protesta se realizó la tarde de ese mismo día, pero terminó en el ayuntamiento de Tehuacán, donde se realizó un mitin para exigir a las autoridades justicia por el feminicidio de Suri Saday. Esta protesta reunió a cerca de 200 personas.
Suri viajaba cada día desde la comunidad de San Esteban Necoxcalco, en el municipio de San Antonio Cañada, de donde su familia era originaria, hasta el plantel del CBTIS 229 en Tehuacán, en un viaje de alrededor de 50 minutos.
La mañana del viernes 8 de octubre, a las 10:30 horas, Suri partió como cada día y llegó a San Pablo Tepetzingo, un pueblo que es escala necesaria en su trayecto hacia la escuela. Después de su salida no volvieron a saber de ella.
La distancia de San Pablo Tepetzingo hasta Tehuacán es de sólo 10 kilómetros, el equivalente a un viaje de 20 minutos en transporte urbano. Pero se trata de un trayecto flanqueado por campos y parajes solitarios.
Durante el 9 de octubre, un grupo de campesinos encontró muerta a Suri Saday a altura de San Diego Chalma, un pueblo ubicado a mitad de la ruta entre San Pablo Tepetzingo y Tehuacán. Se había tratado de una muerte violenta: de un feminicidio.
Los feminicidios en Tehuacán
Tehuacán es uno de los municipios de Puebla que cuentan con la declaratoria de alerta de género, un mecanismo que urge a las autoridades a aplicar medidas para evitar la violencia feminicida —y la violencia machista, en general— contra las mujeres.
Entre enero y agosto de 2021, la Fiscalía General del Estado (FGE) no registró ningún feminicidio en Tehuacán. En los últimos cinco años, desde enero de 2015 hasta agosto de 2021, ha contabilizado 10.
Sin embargo, observatorios independientes han señalado previamente que existe un subregistro de crímenes: presuntos asesinatos por razones de género registrados por los medios que no son incluidos por la Fiscalía de Puebla en el conteo oficial.
Sólo en 2020, según el Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem), en Tehuacán se registraron cinco probables feminicidios. La Fiscalía de Puebla, en cambio, registró uno.
Además de este subregistro de crímenes no reconocidos, la mayoría de los feminicidios que se cometen en Puebla permanecen impunes.
En 2020 se abrieron 52 carpetas de investigación por 54 asesinatos en razón de género, pero la FGE sólo identificó a 35% de los agresores.
Cinco de los presuntos feminicidas fueron aprehendidos en la capital del estado, cuatro en Zacatlán, uno en Atencingo, uno en Atlixco, uno en Coronango, uno en Izúcar de Matamoros, uno en San Andrés Cholula, uno en Santa Clara Ocoyucan, uno en Tecali y uno en Xicotepec.
Entre los feminicidas presos y vinculados a proceso el año pasado ninguno ha recibido sentencia, según informó el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) a Manatí, a través de una solicitud de información.
