Contaminación, sobreexplotación de acuíferos y despojo de tierras han provocado una crisis medioambiental en la zona de Libres-Oriental, en Puebla, donde se han asentado industrias automotrices y mineras.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
En Puebla hay un infierno, sí, un infierno ambiental creado por industrias automotrices, mineras, plantas eólicas que han dejado a su paso devastación.
Estas empresas han provocado sobreexplotación de acuíferos, descargas residuales en ríos como el Atoyac, productos agrícolas regados con este líquido, contaminación, despojo de tierras, un listado inacabable que .
Esa es la conclusión a la que llegó la Carava sobre los impactos sociales y ambientales de las empresas transnacionales y el libre comercio en México, que comenzó en diciembre del 2019 y abarcó 2 mil 500 kilómetros a lo largo de seis regiones del país.
En el norte y centro de la cuenca hallaron que las empresas de Granjas Carroll, Iberdrola y Audi consumen grandes cantidades de agua, por lo que sobreexplotan el acuífero.
Un ejemplo: para la producción de una tonelada de fresas o arándanos destinados a la exportación, utilizan entre 190 mil y 260 mil litros de agua, mientras que la producción automotriz requiere cerca de 400 mil litros.
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La falta de agua, porque los pozos se han secado, ha obligado a campesinos a tener que desplazarse a grandes ciudades y abandonar sus lugares de origen.
A esto se suma otro problema. La automotriz Volkswagen en Cuautlancingo y terratenientes en la región utilizan cañones antigranizo para inhibir la lluvia y proteger su producción.
Esta situación –consignan en el informe—ha ocasionado afectaciones a campesinos de Coronango, Cuatlancingo y Xoxtla. Y han contribuido a esta crisis medioambiental en esta zona de Puebla.
“Estas empresas han negado su responsabilidad, a pesar de que nosotros escuchamos detonaciones de los cañones antigranizo y hemos visto volar avionetas, que suponemos bombardean con yoduro de plata las nubes, cada vez que se avecina una tormenta”, de acuerdo con el testimonio que recolectaron del Movimiento para la Defensa del Agua y de la Tierra.
El despojo de tierras
Las megagranjas porcícolas han llevado más problemas a las comunidades donde se han asentado: olores fétidos de las piscinas de lixiviados, contaminación del suelo por las excretas y del aire por la incineración de animales muertos y enfermos.
En Cuyoaco, Granjas Carroll pretende despojar a familias de campesinos para que vendan sus tierras, pues instalará nuevas granjas en 40 hectáreas.
Para ello, a través de la Procuraduría Agraria de Puebla presiona a las personas para que vendan, según testimonios recabados por la Carava sobre los impactos sociales y ambientales de las empresas transnacionales y el libre comercio en México.
Criminalización y peligro para defensores del agua y de la tierra
Los grupos que han surgido para hacerle frente a los conflictos socioambientales en la entidad han sido criminalizados.
De acuerdo con el reporte de la Caravana, por lo menos 50 integrantes del Movimiento para la Defensa del Agua y la Tierra son investigados por la Fiscalía General del Estado desde 2020.
Además, organizaciones reportaron que varios líderes tuvieron que ser integrados al mecanismo de protección para defensores de derechos humanos y periodistas, debido a ataques que han sufrido.