Durante su presentación en Puebla, en 2018, Bad Bunny recibió críticas desde la prensa, parte de la ciudadanía y hasta de una legisladora.

CARLOS GALEANA | @CarlosGaleanaB

Es 12 de abril del 2018 en la Feria de Puebla. En la cámara aparecen algunas chicas, y alrededor de ellas hay cientos de personas, en su mayoría jóvenes, y hasta familias completas. 

Un youtuber de nombre Yaredzanmartinvlogs pregunta a las chicas por sus gustos musicales. Les recuerda, un poco por provocación, lo que se dice en internet: “Si te gusta el reggaetón y Bad Bunny, eres naco.

Y una de ellas responde: “Están mal, porque tarde o temprano les tiene que gustar”.

Sus palabras parecen proféticas y casi cuatro años después toman sentido: el reggaetón ahora domina las listas musicales y Bad Bunny es el artista más escuchado en todas las plataformas digitales, de acuerdo con el Global Digital Artist Ranking

Pero ese 12 de abril nadie lo sabía, y para entonces un boleto para ver al “Conejo Malo” en acción, cuesta solo 20 pesos. Hasta ese día el ídolo mundial no ha publicado ningún álbum propio, pero ha colaborado con personalidades como Farruko, en su canción “Krippy Kush”, y recientemente logró su primer éxito a través del sencillo “Soy Peor”.

Cae la noche, miles de personas gritan cuando las luces del recinto se apagan y dirigen las cámaras de sus celulares hacia la cuenta regresiva que aparece en las pantallas del escenario junto a unos gráficos de conejo.

“En este momento estamos con uno de los fenómenos del trap, él es el señor Bad Bunny”, dice una voz a través de las bocinas. Segundos después de escuchar esa grabación, sobre el escenario aparece Benito Antonio Martínez Ocasio, y aunque en ese momento pocos saben que ese es su nombre, los asistentes comienzan a corear las canciones de Bad Bunny.

“Yo estuve ahí, había muchísima gente a pesar de que no era su mejor momento”, recuerda Paola Cielo, quien en ese entonces tenía 16 años y fue criticada por algunos de sus amigos ya que decidió ir al evento.

“Muchos de ellos se estuvieron peleando por conseguir boletos para el Azteca”, remata con un ligero toque de humor.

Horas después de aquella presentación del 2018 las críticas en la prensa local  y en algunos sectores de la población aparecieron. 

En decenas de notas informativas se criticó que el trapero no respondiera preguntas de los reporteros y sólo saliera unos minutos para posar frente a las cámaras sosteniendo un plato de talavera. 

El Consejo de Participación Ciudadana de Puebla también emitió un pronunciamiento y una serie de tuits para condenar la celebración del concierto con dinero público. La tachan de “vergonzosa” por el contenido de sus letras.

Ocho meses después, durante la comparecencia del secretario de Turismo y Cultura del estado, Roberto Trauwitz, la diputada del PRI Rocío García Olmedo cuestionó la contratación del reggaetonaero bajo el argumento de que las letras del cantante son  promotoras de la violencia de género y minimizan los esfuerzos para erradicar la violencia contra las mujeres en Puebla. 

Y sin contar que en varios canales de YouTube y en otras redes sociales quedaron plasmados muchos mensajes, algunos clasistas, dirigidos hacia el público que asistió.

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Pero ese es el pasado. Y, cuatro años después, la historia ha cambiado. Bad Bunny ha anunciado su “World´s Hottest Tour”, una gira mundial que contempla sus últimas cuatro fechas en México. 

El 3 y 4 de diciembre se presentará en el Estadio BBVA, en Monterrey, Nuevo León, y el 9 y 10 de ese mismo mes cantará en el Estadio Azteca, en Ciudad de México. 

Puebla no está en la lista. La omisión de esta ciudad en el tour de Benito Martínez ha provocado que en las últimas horas cientos de memes se viralicen en redes sociales. Algunos en tono de burla hacia sus fans, otros por no haber aprovechado el momento.

Mientras esto pasa se ha confirmado que las presentaciones de Bad Bunny tendrán lleno total. 

“Tarde o temprano les tiene que gustar”, dijo una joven en 2018 horas antes de que el puertorriqueño saliera sobre el escenario de Puebla para presentarse como uno de los fenómenos del trap.