A través de la campaña #PonteVivo el ayuntamiento de Puebla espera disminuir los accidentes viales; al principio suena bonito, para mí es una burla.

CARLOS GALEANA | @CarlosGaleanaB

Hace algunos días el Ayuntamiento de Puebla informó a través de la dirección de tránsito municipal que durante el primer trimestre del 2022 se registraron  63 accidentes por no respetar el semáforo; en estos casos hubo 51 personas atropelladas, 11 fallecidas y 233 sufrieron alguna lesión. 

Casi una semana después, y en el marco del regreso a clases, al municipio se le ocurrió una idea:  Lanzar una campaña llamada “#PonteVivo” para brindar consejos mediante imágenes y videos  a los automovilistas para evitar siniestros viales.

De primer momento suena bonito; para mí, el resultado es una burla. 

Y no, no es una exageración. 

Basta echarle un vistazo a algunas de las piezas que compartieron las dependencias o algunos de los funcionarios a través de redes sociales. 

Por ejemplo, centrémonos en el video que compartió el presidente Eduardo Rivera. Dura poco más de 30 segundos y en él se aprecia a un joven aconsejando a los conductores a no utilizar el celular, bajarle a la velocidad, no manejar alcoholizados, hacerle caso a las señaléticas y no pasarse el semáforo. 

O sea, ¡estos no son consejos, es el reglamento de tránsito! Recordemos que un consejo sugiere hacer algo, no obliga —del tono bobo con el que lo hace ya mejor ni hablamos—

Banalizar de esta forma un problema tan grave es preocupante. Y más porque Puebla es el segundo municipio en el país con el mayor número de personas fallecidas en accidentes viales, de acuerdo con el INEGI.

Quienes primero deberían “ponerse vivos” para que ningún poblano muera al transitar por las calles son nuestras autoridades, empezando por las municipales. 

¿Alguien ha escuchado algún mensaje serio para lograr, por lo menos, que en la zona donde el máximo permitido es circular a 30 km/h deje de haber accidentes? Para nada, es más, basta monitorear las redes sociales todas las mañanas para ver la cantidad de choques que hay en estos puntos. 

De los semáforos que se descomponen, ya mejor ni hablamos. 

Lograr que haya  más kilómetros de ciclovía parece un sueño. 

Haber retirado infraestructura que beneficiaba a peatones en las primeras semanas de gobierno fue una pesadilla. 

Bien dijo Ibargüengoitia que “entre analfabetos, el claxon es el hombre”.

¡Pónganse vivos! Las calles son para las personas. 

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