Los tres asesinos de los tres estudiantes de Medicina de la BUAP y UPAEP, así como el conductor de Uber que los acompañaba hace dos años en Huejotzingo, recibieron una sentencia de 68 años en prisión y pagarán más de 700 mil pesos como reparación del daño a las familias de las víctimas.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
María Cristina, Francisco Javier, Sonia, Jorge Enrique, Angélica y José Antonio, madres y padres de los tres estudiantes asesinados en Huejotzingo en 2020, salen de Casa de Justicia por la tarde del martes 26 de abril y dicen sentir un peso menos encima. Lo dicen después de que los tres homicidas de sus hijos pasarán 68 años en la cárcel.
Esa tarde, Lisset, Pablo y Ángel, los responsables del crimen, son sentenciados por robo agravado y por el homicidio de cuatro personas: tres estudiantes universitarios de la BUAP y de la UPAEP, y un conductor de Uber con el que viajaban después de asistir al festival de Huejotzingo el 23 de febrero de 2020, hasta que un grupo armado los interceptó, les quitó el vehículo y los asesinó.
Los estudiantes eran Ximena y José Antonio, de nacionalidad colombiana, que habían venido de intercambio a la UPAEP, así como Francisco Javier, de origen veracruzano, pero que estudiaba Medicina en la BUAP. Josué Emanuel conducía el Uber, era padre de familia y proveedor de su hogar.
Durante la última audiencia de un proceso que duró más de dos años, el tribunal de enjuiciamiento consideró que por su grado de peligrosidad tenían que ser condenados a la pena máxima por homicidio, la de 50 años, y 18 más por el robo del vehículo agravado.
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También hay una sanción económica por reparación del daño, que asciende a 7 mil 393 pesos por los gastos funerarios de cada víctima, 616 mil 100 pesos por daño económico y 123 mil 220 pesos por daño moral. Un total de 745 mil 713 pesos.
Los tres sentenciados todavía pueden apelar la decisión de los jueces, aunque el asesor legal de las familias, Ricardo Fernández, asegura que es poco probable que puedan revertir la decisión, ya que el falló es “impecable”.
“Con esta sentencia calmamos un poco el dolor que estas personas nos causaron, nunca nos vamos a recuperar del daño que nos causaron, pero por lo menos son unas personas menos que van a causar daño como a nosotros. Ojalá que esta sentencia sirva para que personas así no vuelvan a causar daño”, dijo María Cristina, madre de Francisco Javier.
Los padres de Ximena, Sonia y José Enrique dijeron que con la sentencia “tienen un poco de tranquilidad”.
“Esto es un ejemplo de que sí se puede, de que hay justicia, crean en sus autoridades, porque es la única forma de combatir la inseguridad. Sabemos que por lo menos se salvaron vidas al tener a estas personas encerradas”, agregó José Enrique.
Angélica y José Antonio dijeron que la decisión del tribunal fue justa, y que regresan a Colombia con la tranquilidad de que se hizo justicia.
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Los tres estudiantes universitarios fueron hallados muertos en un paraje en Huejotzingo, gracias a que la madre de José Antonio seguía en tiempo real su ubicación del celular.
Durante el juicio se reveló que hay más de tres responsables en el homicidio y que el móvil fue el robo del vehículo, el cual fue hallado por su propietaria en una casa de Santa Ana Xalmimilulco, una junta auxiliar de Huejotzingo, en donde identificó a los tres sentenciados.
Cuando Lisset, Pablo y Ángel fueron detenidos en una camioneta BMW con placas de Guerrero, encontraron pertenencias de los estudiantes y el conductor de Uber, manchas de sangre y dos piezas dentales de una de las víctimas, pruebas por las cuales fueron declarados culpables del homicidio y el robo del vehículo.
