El fotógrafo mexicano Carlos de la Sancha inauguró su exposición más reciente en Nueva York.
PABLO ÍÑIGO ARGÜELLES | @Piaa11
Una antigua casa rodante estacionada frente a los Worthless Studios, en la Knickerbocker Avenue de Brooklyn, fue el lugar en el que el fotógrafo mexicano Carlos de la Sancha (Ciudad de México, 1985) presentó su más reciente trabajo fotográfico, retro-ceder, una serie de veinte fotografías blanco y negro que ilustran un viaje por carretera realizado el pasado mes de febrero al interior del estado de Oaxaca.
En entrevista para Manatí, de la Sancha explicó que para este cuerpo de trabajo decidió seguir los métodos de fotografía tradicionales, desde la utilización de película analógica y el proceso dentro del cuarto oscuro que resultó en las impresiones de plata sobre gelatina.
“retro-ceder es ceder, echarse un poquito para atrás cuando ya no quieres seguir luchando, pero al mismo tiempo es tratar de quedarte en el lugar al que perteneces, mantener tu terreno, luchar por lo que es tuyo”, dijo.
Más de cincuenta asistentes se turnaron durante tres horas para entrar al remolque y apreciar la obra del artista mexicano, quien reside en Brooklyn desde el 2022, mismo año en el que inició sus estudios en el programa de prácticas creativas del International Center of Photography.
Contestando a las preguntas de los asistentes, entre quienes se encontraban miembros de la comunidad artística neoyorquina y más gente interesada en la narrativa de la serie, Carlos de la Sancha habló tanto de su proceso creativo, como la idea de presentar este trabajo que trata sobre desplazamientos, viajes y una búsqueda personal a través del mundo, en una caravana movible.
“Aunque no creo en las dualidades, me muevo mucho a través de ellas. El trabajo a color que presenté en la otra exposición, es una búsqueda de nuevos límites, empujando la frontera de lo que es la fotografía, mientras que en retro-ceder me dedico a tratar de entender lo que la fotografía es hasta hoy en día“, señaló.
Y es que apenas hace una semana, De la Sancha inauguró una exposición colectiva llamada Boundless, en los estudios Kunstraum de Brooklyn, muestra en la que participó con una pieza de su obra Vertical Horizons, en la que el fotógrafo explora las posibilidades del papel cromogénico a través de experimentaciones con luz y papel fotosensible.
Escenas rurales, carreteras federales, la Autopista México-Puebla, un restaurante al lado del camino, viandantes efímeros, un camino que lleva a Tehuacán, un perro esperando que algo de comida caiga de la mesa, son algunas de las escenas que forman parte de esta serie y que ahora habitan al interior de un Airstream, en medio del ajetreo diario de la ciudad de Nueva York.
“En una ciudad como Nueva York, en la que todos quieren que el futuro ocurra ya, para mí es importante pisar el freno y apreciar lo que está frente a mí, con calma, con pausa, sin apuro“, añadió.
De la Sancha, quien también es profesor de fotografía documental en el Bronx Documentary Center y líder del programa Free Film en Worthless Studios, se encuentra trabajando ya en la edición de un libro de artista que incluirá el trabajo de retro-ceder y cuyo tiraje constará de tan sólo cinco copias.
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Más de Carlos de la Sancha:
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