¿Se imaginan si en Puebla hiciéramos eso con los locales que llevan desde Piña Olaya sin rentarse? Puebla, para orgullo de su clase política, se convertiría en la capital universal del arte.
En ese momento yo soy lo único que falta para que la empresa fotográfica pueda completarse. No es un homenaje a Charly, es sólo un peregrinaje temporal.