Frase: “En Puebla la aplicación de la ley es firme, por lo que ningún caso de maltrato animal queda impune”

Autor: Gobierno de Puebla

Fecha: 19 de junio del 2023

¿En dónde se dijo? En un boletín 344/2023 publicado en el sitio oficial del Gobierno de Puebla  y replicado en las redes sociales de Facebook y Twitter de la institución.

CARLOS GALEANA | @CarlosGaleanaB

En Puebla los casos de maltrato animal continúan en la impunidad, aunque el gobierno del estado asegure lo contrario. De acuerdo con cifras de la Fiscalía General del Estado (FGE) entre enero del 2018 y marzo del 2023 de 421 carpetas de investigación (CDI) abiertas por este delito sólo se han detenido a 14 personas.

Es decir, apenas en el 3% de los casos ocurridos en los últimos cinco años, se ha procesado a algún responsable. 

A través de una solicitud de información con folio 210421523000489 la FGE también detalló que sólo una persona ha sido sentenciada y que dos más son investigadas, aunque se encuentran en libertad. 

Al analizar los datos con los que cuenta la fiscalía también se aprecia que las denuncias por maltrato animal han incrementado durante los últimos años ya que mientras que en 2018 se abrieron 15 carpetas de investigación, en 2019 sumaron 47, es decir, aumentaron 217% en 2020 hubo la misma cantidad que el año anterior. 

En 2021, se contabilizaron 82 casos, 74% más que lo registrado un año antes  y para 2022 la cifra fue de 173, es decir 110% más. Hasta marzo del 2023 la suma total era de 57 casos. 

A pesar de este panorama, el gobierno estatal publicó un boletín a través de sus canales oficiales para asegurar que “En Puebla la aplicación de la ley es firme, por lo que ningún caso de maltrato animal queda impune”, declaración que resultó ser falsa.  

Lo anterior, solo unos días después de que se diera a conocer que una joven menor de edad presuntamente asesinara a un perro en Huauchinango y posteriormente lo presumiera en redes sociales.

Horas más tarde, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina hizo un llamado a la población a denunciar este tipo de casos debido a que esta “ha sido el arma más eficaz para atender esta problemática”.

De acuerdo con el titular de la fiscalía, Gilberto Higuera Bernal, la primera y única sentencia por maltrato animal en la entidad sucedió en 2022 en contra de Misael N., a quien se le dictó sentencia de 3 años 8 meses de prisión por disparar y matar a un perro llamado Kimbo, acto que también causó afectación emocional al propietario del canino.

Durante una rueda de prensa también resaltó que en lo que va del 2023 al menos cuatro personas más han sido vinculadas a proceso por cometer delitos en contra de animales.

Hay que recordar que el maltrato animal se tipificó como delito en la entidad desde 2013, sin embargo, fue en 2020 cuando los castigos por cometer actos de maltrato o crueldad animal pasaron de dos a cuatro años de prisión, y de cuatro a ocho en caso de que el animal resultara muerto.

Además, se añadió que si en alguno de los casos anteriores los hechos fueren cometidos con medios violentos como armas y explosivos, la sanción se incrementaría un tercio.

Actualmente, el maltrato en contra de los animales también se castiga con 31 mil 122 pesos si las lesiones cometidas no ponen en peligro su vida. 

En el caso de que las lesiones pongan en peligro su vida las penas se incrementan en una mitad, es decir, prisión de nueve meses a seis años y 450 UMAS.

Hay otras agravantes en las que la sanción aumenta en una mitad: si prolonga el sufrimiento o agonía del animal, si utilizan métodos de extrema crueldad o si el agresor toma fotografías o videos y los hace públicos por cualquier medio. 

Por tanto, contrario a lo que el gobierno poblano presumió, las cifras no respaldan que hay cero impunidad en casos de maltrato animal. Por el contrario, los casos han aumentado en los últimos años y en más del 95% de los casos denunciados, sigue sin fincarse ninguna responsabilidad. 

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Este contenido fue producido con el apoyo del Institute for War And Peace Reporting y la mentoría de Animal Político, en el marco del programa Mexican Journalism Resilency.