María del Rosario, madre buscadora de Puebla, falleció sin encontrar a su hijo, reportó el Colectivo Voz de los Desaparecidos.

GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez

Tras una búsqueda de 10 años, María del Rosario García falleció sin poder encontrar a su hijo, José Armando Juárez García, desaparecido en Chachapa, Amozoc.

A través de redes sociales, el Colectivo La Voz de los Desaparecidos en Puebla informó sobre el fallecimiento de una de sus integrantes, debido a su estado de salud.

De acuerdo con un informe de la asociación civil Idheas sobre las afectaciones a la salud de familiares de personas desaparecidas, en el que se incluyen resultados de una encuesta hecha en 17 estados del país durante febrero de 2022 y junio de 2023, entre ellos Puebla, el 80 por ciento reportó que su estado de salud empeoró después de vivir la desaparición de un ser querido.

Además, el 79 por ciento de las personas declararon haber desarrollado una enfermedad crónica a raíz de la desaparición de un familiar.

Después del anuncio del fallecimiento de María del Rosario, otras madres buscadoras expresaron su pésame a los deudos y afirmaron que seguirán con la búsqueda de José Armando.

¿Qué le sucedió a José Armando?

María del Rosario buscaba desde el 31 de marzo de 2014 a su hijo José Armando, un joven de entonces 17 años quien se dedicaba a la albañilería. Ese día no volvió a casa después de ir a jugar futbol con unos amigos.

Lo último que supo de él fue ese lunes a las 6 de la tarde, cuando su hijo avisó que iría a jugar a las canchas con cuatro amigos con los que se llevaba, pero no volvió a su casa a dormir, por lo que al día siguiente inició su búsqueda.

Al acudir con los amigos con los que solía juntarse éstos no le dieron ninguna pista de su paradero y después supo que habían abandonado la demarcación.

Cuando denunció la desaparición, las autoridades le dijeron que debía esperar 72 horas, después contrató un abogado, pero su caso no avanzó, ni siquiera con la localización del celular del menor con el que podría dar con su paradero.  

Pasaron los años, María del Rosario acudía a marchas para exigir la localización de su hijo al lado de otras madres y padres que también buscaban a sus familiares, sin conseguir ningún avance de dónde podría estar.

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