La 11va edición de la Marcha de las Putas en Puebla se realizará el próximo domingo 17 de octubre, a las 12 horas. Se trata de una marcha que repudia la violencia machista, pero se distingue por su carácter festivo.
PALOMA FERNÁNDEZ | @palomapen
El domingo 17 de octubre a las 12 horas, mujeres y disidencias volverán a tomar las calles de Puebla con la edición número 11 de la Marcha de las Putas, encabezada por la asociación civil El Taller.
“Con esta marcha nos apropiamos de la palabra puta, para rechazar cualquier tipo de violencia ejercida hacia todas las niñas, adolescentes, mujeres y disidencias sexuales, con el pretexto de nuestra apariencia”, comentaron integrantes de El Taller en conferencia prensa.
Las organizadoras denunciaron que estas mismas palabras que estigmatizan a las mujeres han sido utilizadas por diversas instituciones, personas o autoridades que revictimizan a las víctimas de violencia sexual con el uso de la palabra puta con una carga negativa y peyorativa.
Así, la Marcha de las Putas busca impregnar las calles y el espacio público con la dignificación, respeto y atención a la violencia sexual, que en parte, deviene de la palabra que encabeza esta lucha.
Te interesa leer: La dignidad y la rabia en la décima Marcha de las Putas
“El movimiento de la Marcha de la Putas busca decirle a la sociedad que ni la vestimenta, ni el lugar, la compañía, la actitud o la orientación sexual, nada justifica el acoso o la violencia sexual, ni la imposición de relaciones sexuales en las calles, en el trabajo o en la casa”, señalaron.
Fue el 14 de enero de 2011 que el oficial Michael Sanguinetti, en medio de una conferencia sobre seguridad civil en Osgoode Hall Law School en Toronto, dijo que las mujeres deberían evitar vestirse como putas para no ser víctimas de violencia sexual.
Ante esto, el 3 de abril de ese año las mujeres canadienses salieron a las calles en ligueros, minifaldas y escotes, para dar el mensaje que persiste en cada una de las marchas que se han dado desde aquel entonces: no importa la vestimenta, el lugar, la compañía o la circunstancia, las mujeres no deben ser violentadas.
Así, este movimiento ha ido creciendo para hacer presencia en diversas partes del mundo, para llegar a Puebla, en donde las mujeres y disidencias exigen respeto.
