El edil de Tehuacán, Pedro Tepole, minimizó la desaparición de una niña de 13 años al decir que “se van con el novio”. En Tehuacán existen redes de trata de personas que captan a niñas y mujeres, ya sea por la fuerza o por manipulación.
MARIO GALEANA | @MarioGaleana_
Una niña de 13 años de nombre Jazumi Palacios Hernández fue reportada como desaparecida la noche del jueves 24 de febrero, en Tehuacán. Con el registro de cámaras de videovigilancia, sus padres confirmaron que Jazumi abordó un autobús hacia Puente Fierro, en Oaxaca, en compañía de un hombre con una edad que oscila entre los 30 años.
La diferencia de edad entre la menor y el hombre, así como su traslado inmediato hacia otro estado, suponen que la desaparición de Jazumi fue perpetrada con fines de trata de personas.
Según el portal e-consulta, la familia de Jazumi ha detectado que este hombre se encuentra ligado a un intento de desaparición de otra menor, que sólo fue evitada por la intervención de sus padres.
No se tiene una plena identificación sobre este sujeto, porque aseguran que usa nombres distintos, como José de Jesús o Alan. Esta es una estrategia usual entre los enganchadores de trata para captar a sus víctimas.
Los padres de Jazumi solicitaron la intervención de las autoridades municipales y del gobierno del estado para rescatar a su hija. Y, en ese contexto, la prensa preguntó al presidente municipal de Tehuacán, Pedro Tepole Hernández, qué ocurriría con la desaparición de Yazumi.
“A veces quisiera ayudar a todo el mundo y no se puede. A veces las jovencitas se van con el novio y luego las reportan desaparecidas”, respondió.
Las autoridades de Puebla han repetido muchas veces ese argumento para minimizar los casos de mujeres desaparecidas. El mismo gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, dijo en junio de 2020 que “hay casos donde la Policía Ministerial las ha encontrado con su novio, y ya quedaron en el registro de desaparecidas”.
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Con estas declaraciones, las autoridades intentan ocultar que muchas desapariciones, sobre todo de niñas y mujeres, son producto de redes de trata de personas que operan en todo el estado.
El 12 de octubre de 2020, el fiscal general del estado, Gilberto Higuera Bernal, reconoció que se investigaba una red de trata de mujeres en la región de Tehuacán.
Sólo en este municipio, el segundo más poblado del estado, entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de mayo de 2020 se presentaron denuncias por la desaparición de 406 personas, de las cuales se localizó al 63%.
Hasta principios de 2021, 73 mujeres y 77 hombres originarios de Tehuacán permanecían sin ser encontrados.
Un reportaje publicado por Manatí y Lado B en marzo de 2021 da cuenta de que en Tehuacán las redes de trata de personas operaron frente a la omisión de agentes ministeriales de la región. Una omisión que, a ratos, raya en la complicidad.
En muchas ocasiones, las familias de las víctimas de desaparición detectaron que los agentes ministeriales de la Fiscalía Regional en Tehuacán perdieron pruebas decisivas para la localización de sus hijas. En otras, sencillamente, nunca hicieron nada para tratar de encontrarlas.
Las familias sospechaban constantemente que se filtraba información desde las oficinas de la fiscalía, pues cada vez que acudían a ellas a exigir resultados recibían amenazas de muerte de números anónimos, presuntamente ligados a los responsables de la desaparición de sus hijas.
Todo esto ha ocurrido silenciosamente en Tehuacán, frente a un puñado de políticos que insisten en decir que las niñas y las mujeres que son desaparecidas se van con sus novios.