Liz Domínguez fue asesinada el 13 de marzo en el cierre del carnaval de la Rivera Anaya. Su familia denuncia que ni la policía ni la fiscalía han investigado el crimen.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
Salomé Domínguez ha intentado hacer lo que las autoridades no: buscar testigos que hayan presenciado el asesinato de su hija Liz hace casi dos meses. Buscar el arma homicida. Recogerla con sus propias manos y llevarla a las autoridades.
Ahora, este lunes Salomé se ha plantado frente a Casa Aguayo junto a sus familiares para pedir justicia por Lizbeth, asesinada en el cierre del carnaval de la Rivera Anaya. el 13 de marzo de 2022.
Liz tenía 22 años de edad y quería ser criminóloga. El domingo 13 de marzo, cuando asistió con su hermana Itzel al cierre del carnaval, dos sujetos las hirieron en una riña donde golpearon a sus hermanos y a su cuñado; a ella la apuñalaron en el abdomen y en el pecho.
También hirieron a su hermana Itzel, y las dos fueron trasladadas por el conductor de un microbús que las auxilió y las llevó al hospital, pero Liz murió en el camino.
Salomé ha preguntado con vecinos y con conocidos que vieron lo que sucedió. Así ha identificado a dos agresores, y aunque tiene señas particulares de los sujetos, todavía no obtiene sus nombres completos ni los apodos.
Asegura que los pocos avances en la investigación son los que ha conseguido ella misma, ya que la Fiscalía General del Estado ha sido omisa.
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Relata que le asignaron un agente de investigación que iba a indagar sobre el homicidio de su hija y a quien le causó las lesiones a Itzel, quien sobrevivió, pero en el proceso le pidió dinero para “sus gastos personales”.
“Un agente que me pidió dinero para sus gastos particulares porque a él no le pagaban, con tal de hacerse justicia y que trabajaran, lo di, pero él me empezó a pedir más”, dice, al agregar que hasta antes de manifestarse este día, las autoridades no se le habían acercado. .
Este lunes 9 de mayo, la madre de Liz Domínguez y sus tías, primas y hermanos, se manifestaron desde la Calle 20 Oriente, a la altura de la Cruz Roja, hasta Casa Aguayo, en la 14 Oriente, para pedir que detengan a los responsables del asesinato de Liz.
Al llegar a la sede del gobierno estatal, los familiares reprocharon que el inmueble estuviera cercado y custodiado por policías estatales, y que en cambio nadie hubiera investigado el homicidio de la joven.
Una comitiva de la Secretaría de Gobernación estatal accedió a recibir a la madre de Liz, y el gobernador Miguel Barbosa se comprometió en su transmisión de la conferencia matutina a que “pronto” habría resultados.
