En México, este día cobra una relevancia especial, ya que el país ha experimentado avances significativos en la despenalización del aborto.
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El 28 de septiembre es una oportunidad para reflexionar sobre los derechos reproductivos, la justicia y la igualdad de género. El Día de la Acción Global por la Despenalización del Aborto arroja luz sobre las consecuencias e implicaciones que tiene la criminalización del aborto y las complejidades que rodean el tema.
La criminalización conlleva graves consecuencias para la salud y el bienestar de las mujeres, ya que las obliga a buscar procedimientos inseguros y clandestinos, lo que a menudo resulta en complicaciones médicas e incluso la pérdida de vidas. La despenalización del aborto no significa promover el aborto, sino brindar a las mujeres la autonomía sobre sus propios cuerpos y la capacidad de tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva.
En México, este día cobra una relevancia especial, ya que el país ha experimentado avances significativos en la despenalización del abortos.
En 2007, la Ciudad de México se convirtió en un faro de progresismo al despenalizar el aborto en las primeras 12 semanas de embarazo, rompiendo barreras en una nación predominantemente católica. Esta decisión histórica reconoció el derecho de las mujeres a tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva y redujo la mortalidad y morbilidad materna. Así lo ha señalado el Doctor Alfonso Carrera, director médico de Marie Stopes México, quién menciona que el acceso legal al aborto ha disminuido la prevalencia de muerte materna, después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declarara inconstitucional la criminalización del aborto en septiembre de 2021.
Sin embargo, la situación en México es compleja debido a la variabilidad legal entre estados. Mientras que la Ciudad de México lideró el camino hacia la despenalización, otros estados aún mantienen leyes restrictivas que criminalizan el aborto, incluso en casos de violación o peligro para la vida de la mujer. Esta disparidad legal pone de manifiesto la importancia de un enfoque más cohesivo en todo el país para garantizar que los derechos reproductivos sean una realidad para todas las mujeres, independientemente de su lugar de residencia.
El pasado 6 de septiembre, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que es inconstitucional el sistema jurídico que penaliza el aborto en el Código Penal Federal, por ser contrario al derecho a decidir de las mujeres y personas con capacidad de gestar. Esto se resolvió ante un amparo indirecto promovido por la organización GIRE. Los efectos de dicha resolución, entre otras cosas, implican que el Congreso Federal reforme el Código Penal para eliminar cualquier artículo que prohíba el aborto voluntario.
Aunque los avances se han manifestado, el país aún enfrenta desafíos para garantizar el pleno ejercicio de los derechos reproductivos de las mujeres. En primer lugar, es imperativo que México busque extender la despenalización del aborto a nivel nacional, asegurando que las mujeres no enfrenten barreras legales cuando toman decisiones relacionadas con su salud reproductiva.
Por otro lado, la disponibilidad de servicios de aborto seguro es esencial. Esto implica garantizar que las clínicas y hospitales tengan personal capacitado y que se respete la confidencialidad de las pacientes y sus derechos humanos.
El estigma social que hay hacia el aborto y hacia las personas gestantes que abortan sigue siendo profundo, lo cuál genera una barrera y rompe el vínculo de empatía. Para que las mujeres se sientan cómodas buscando atención médica, es importante reducir el estigma en torno al aborto. La sociedad debe adoptar una perspectiva más empática y comprensiva.
Si bien, el tema ha sido polémico y controversial, es importante señalar que los derechos humanos no son materia de debate. La moralidad es personal y se ejerce de manera individual por cada una de nosotras, sin embargo el Estado no debería de atentar contra derechos humanos y justicia social bajo argumentos moralistas y subjetivos.
A medida que se avanza hacia un futuro en el que las mujeres puedan tomar decisiones informadas y seguras sobre su salud reproductiva, es fundamental que el país actúe de manera coordinada y unificada para garantizar que estos derechos sean una realidad en todo México. El respeto por la autonomía de las mujeres y su bienestar debe ser una prioridad que trascienda las divisiones geográficas y políticas.
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