Vuelve a nacer de sus cenizas este grupo, a recordamos que seguimos teniendo miedo al otro, al diferente, al extranjero, al que tiene una identidad distinta.
Las dificultades crecientes que enfrenta la población migrante, ha convertido a la Guadalupana, más que antes, en uno de los principales símbolos de una identidad de resistencia, lucha y pertenencia.