GUADALUPE JUÁREZ | @LupJMendez
El año pasado ocurrieron 90 asesinatos de mujeres cuyas características cumplen con al menos una de las siete causales para considerarlo un feminicidio, pero la Fiscalía General del Estado (FGE) sólo inició 58 carpetas de investigación y registró a 60 víctimas. Es decir, sólo el 66.6% de los casos fueron investigados como homicidios cometidos por razones de género.
El Registro Hemerográfico de Feminicidio Puebla, elaborado por la Dirección de Análisis de Violencia de Género Mediática y Digital del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado de Puebla (CCSJP) y el Observatorio de Violencia de Género en medios de Comunicación (Ovigem), levanta parte del velo que cubre las características de las víctimas de este delito en la entidad.
Una de cada dos víctimas de feminicidio del año pasado tenía entre 20 y 34 años. Eran muy jóvenes y con proyectos de vida que recién iniciaban, señaló Tonalli Pérez, la subcoordinadora de la investigación, durante la presentación del documento realizada este 3 de diciembre.
Se sabe el nombre de 60 mujeres que fueron asesinadas, pero de las 30 personas restantes se desconoce la identidad, y en el 66% de todos los casos tampoco se sabe su ocupación.
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Los meses que más concentraron casos fueron enero y febrero, con 13 casos cada uno, y 17 de los asesinatos por razón de género fueron cometidos en domingo.
Los feminicidios contabilizados el año pasado ocurrieron en 47 municipios, 28 de ellos en donde está declarada la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM).
Las demarcaciones con mayor incidencia por la tasa de cada 100 mil habitantes fueron en la Sierra Norte y Valle Serdán, colindantes con Veracruz.
En lo que respecta a la primera mitad de 2020, se han contabilizado a 48 víctimas de feminicidio, 36% tienen entre 20 y 29 años y 31% entre 30 y 39 años.
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¿Por qué son feminicidios y no homicidios?
En el 71% de los 90 casos registrados en el informe los cuerpos de las mujeres fueron hallados en espacios de acceso público. Una de las causales en el Código Penal estatal para considerarlo feminicidio es la exhibición del cadáver en un espacio público.
Los lugares frecuentes en donde fueron encontradas las víctimas fueron los campos, parajes y terrenos; en 38% vialidades o caminos, y 23% en la vía pública, como la calle o la acera.
Otros espacios en donde fueron encontrados los cuerpos fueron panteones, depósitos de basura, cuevas, cuerpos de agua y barrancas.
En el resto de los casos las mujeres fueron encontradas sin vida en viviendas o domicilios particulares, comercios y hoteles o moteles.
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En tanto, dos de cada 10 casos los familiares reportaron como desaparecida a la víctima. Al ser ésta una forma de incomunicar a una persona, los casos se tendrían que acreditar una causal y ser considerados como feminicidios.
En 35% de los casos consignados por medios de comunicación las víctimas tenían lesiones, mutilaciones infamantes o degradantes, violencia sexual, tormentos o tratos crueles, inhumanos o degradantes, 33% exposición o exhibición del cuerpo de la víctima en un lugar público y en 16% la existencia de una relación sentimental, afectiva o de confianza entre la víctima y el agresor.
Las tres anteriores son causales para considerar los casos como asesinatos por razones de género.
En tres de los feminicidios las mujeres estaban embarazadas, por lo que el castigo para el agresor tendría una pena extra de 10 años, en caso de que no queden impunes y haya una sentencia condenatoria.
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Huérfanos del feminicidio
De las 90 víctimas, 28 de ellas eran madres que dejaron huérfanas a 48 personas. En total, el 38% son hombres, 33% mujeres y del 29% se desconoce.
Según el informe, se estima que 36 son menores de edad de entre cinco y nueve años, sólo ocho son mayores de edad y de cuatro no hay datos.
Sin embargo, se calcula que puede haber un subregistro de 38% de personas huérfanas por estos feminicidios, ya que en los procesos jurídicos, las víctimas indirectas no son tomadas en cuenta, de acuerdo con Esther Sittio, del área legal de Equis Justicia para Mujeres.
Además, en la entidad hubo problemas para entregarles apoyos a través de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas por un problema burocrático. Por lo anterior, Yuteita Valeria Hoyos, de la Red de Abogadas Feministas de Puebla, consideró urgente contar con mecanismos para garantizar su seguridad e integridad de niños y adolescentes en la orfandad por feminicidio.
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El feminicida
Sólo 37% de los casos se conoce la identidad del feminicida, pero se sabe que son hombres; en el 49% de los casos el responsable tenía una relación con la víctima de pareja, en 18% era conocido, en 9% expareja y en un 3% se trataba un pariente.
Sólo el 24% de los feminicidas fueron detenidos. Entre el resto, el 15% se encuentran prófugos, 12 fueron vinculados a proceso, 12% murieron, 6% les fue imputado un delito y sólo 3% fueron sentenciados. En el 28% de los casos no hay información sobre su situación jurídica.
En ese sentido, las especialistas concluyeron en que los yerros de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla son la falta de personal que tienen para investigar los casos, la ausencia de coordinación institucional y la opacidad de las sentencias condenatorias contra los agresores.
Además de la falta de aplicación de los protocolos y normas. Por ejemplo, cuando menores de edad son testigos de los crímenes, son interrogados sin seguir protocolos o medidas para proteger a los menores, por lo que en el juicio son declaraciones que son desechadas.
También carecen de estudios técnicos de la mecánica del delito. En específico, cuando los casos son de abandono del cuerpo en vía pública, pero fueron asesinadas en un espacio particular, por lo que no estudian cómo ocurrió el feminicidio.
Inclusive ―acusaron― hay ministerios públicos que todavía trabajan con máquina de escribir en el estado.
