En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, las familias de desaparecidos en Puebla salieron a una marcha para exigir que los protocolos de búsqueda realmente sean aplicados.
GUADALUPE JUÁREZ / @lupjmendez
El 30 de agosto de 2018 en Puebla sólo 12 familias salieron a las calles a exigir la localización de sus desaparecidos. Ahora, cuatro años después, son casi 100 familias que han perdido el miedo de alzar la voz y visibilizar lo que sucede en el estado.
Eso es lo que dice María Luisa Núñez Barojas, fundadora del Colectivo La Voz de los Desaparecidos en Puebla. Entre los contrastes y el compartir el dolor, ahora a este amplio contingente de familias se han unido voluntarios, una clínica legal de la Ibero Puebla y su Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría.
Este martes 30 de agosto, en la conmemoración del Día Internacional de las personas desaparecidas, decenas de familias llegan al Zócalo de Puebla, tapizan los adornos patrios con las fotografías de sus seres queridos y exigen al gobernador Miguel Barbosa Huerta mejorar la Comisión Estatal de Búsqueda, que los recibe como todos los años: cerrada.
Al presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, le plantan cara para que no vuelva a quitar las fichas de búsqueda de las personas que han desaparecido en el estado, como hizo días antes.
“Ya no estamos solos, han sido muchos los oídos que nos escuchan, los ojos que nos ven, los brazos que nos abrazan”, dice María Luisa.
Entre los rostros están quienes mantienen la búsqueda desde hace años, como Javier Morales, el padre de Nadia Guadalupe; Cony Aguayo, tía de Galilea Aguayo; pero se han unido nuevos rostros, como la familia de la pareja desaparecida en junio pasado, Jocelin Carreto y David Báez.
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En las pancartas también está el rostro de Adán, un fisicoculturista desaparecido en Guadalajara, pero cuya familia es de Puebla y mantiene su búsqueda desde el 10 de junio. Y los padres de Alexis, quienes a pesar de las dificultades económicas que enfrentan han buscado con sus propios recursos a su hijo de tres años de edad desaparecido en Zoquitlán en diciembre pasado.
Además de las búsquedas en vida y en campo, el Colectivo La Voz de los Desaparecidos y el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia pedirán que se active la Alerta de Violencia de Género contra las mujeres en los 10 municipios con más casos de desapariciones.
Puebla, Tehuacán, Tepeaca, San Martín Texmelucan, Atlixco, Tecamachalco, Huauchinango, Amozoc, Huejotzingo y San Pedro Cholula son los municipios que más concentran desapariciones de mujeres y en donde pedirán que se active este mecanismo.
Dejan a un lado búsquedas en vida
La manifestación inicia en la Comisión Estatal de Búsqueda de Puebla, en donde sólo un reproche resonó: la falta, precisamente, de búsquedas de personas desaparecidas en vida.
El colectivo entregó un escrito para evidenciar que sólo se hacen búsquedas de cadáveres, cuando los protocolos internacionales dictan que estas se hagan en vida.
En entrevista con Manatí, María Luisa Núñez Barojas, explicó que de los 100 casos que lleva el colectivo, las autoridades no han encontrado a ninguno, y en las raras ocasiones en que han logrado hallar a sus seres queridos, esto ha ocurrido por su cuenta.
Como ocurrió con el hijo de María Luisa, Juan de Dios Núñez, y de sus primos Vicente y Abraham, quienes fueron encontrados sin vida. Además de tres casos el año pasado de personas que fueron halladas vivas, pero gracias a pistas que siguieron los familiares.
De hecho, aseguró, se han coordinado mejor con otras comisiones de búsqueda, como la de Ciudad de México y Estado de México, ante las limitaciones del órgano local.
Por otra parte, a pesar del convenio con la Fiscalía General del Estado (FGE) de los 10 ministerios públicos con los que tratan de manera frecuente, sólo cuatro se han sensibilizado con su situación.
“Ha sido un hueso duro de roer, a pesar de que se firmó un convenio de colaboración con el fiscal general, quien tengo entendido que ya bajó instrucciones para que se trabaje como debe ser no sólo con el Colectivo, sino con todas las personas que se acercan a Fiscalía porque tienen un familiar desaparecido, pero todavía presentan esa renuencia para poder cumplir con su trabajo”, comenta.