El secretario de Movilidad, Guillermo Aréchiga, reconoció que la “modernización” del transporte público en Puebla sigue estancada desde hace un año.
DENISSE MEZA | @DenMeza
La modernización del transporte en Puebla, con la que el gobierno estatal justificó un aumento del 41.6% del pasaje, está lejos de cumplirse y no habrá una reducción a la tarifa por este servicio.
Las autoridades estatales aseguraron que a partir del 12 de octubre de 2019 —día en el que la tarifa aumentó de 6 a 8 pesos con 50 centavos— los concesionarios dispondrían de cuatro meses para instalar sistemas de vigilancia en las unidades.
Pero recientemente el secretario de Movilidad y Transporte, Guillermo Aréchiga Santamaría, detalló que desde octubre del 2020 hasta la fecha solo 6 mil unidades cuentan con botones de pánico y cámaras conectadas a los servicios de vigilancia que opera el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5).
Reconoció que faltan cerca de 4 mil unidades por modernizar; sin embargo, esperan volver a la “normalidad para que haya posibilidades más apresuradas para la renovación”.
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A falta del cumplimiento del objetivo principal y como la pandemia también ha afectado la economía de los pasajeros, el funcionario fue cuestionado sobre un posible reajuste a las tarifas, pero reconoció que no es posible, pues todo está “interrelacionado”.
“El transporte no está subsidiado como sí sucede en otras partes del mundo e incluso del país. Para que pueda funcionar entonces se sostiene a partir de lo que paga cada persona, cada usuario, cada pasajero, pero bueno evidentemente esto debe ser sustentable para que pueda sostenerse”
Guillermo Aréchiga Santamaría
Secretario de Movilidad y Transporte
Aréchiga Santamaría detalló que 7 de cada 10 personas que viven en el estado utilizan el transporte público, por lo que es necesario que este sea moderno, digno y eficiente, es por ello que están “trabajando en esa ruta”; no obstante, esa ruta ha estado obstruida por la “opacidad y la ineficiente estrategia de comunicación del gobierno estatal”, o así han opinado organizaciones de movilidad.
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