Activistas y usuarios acusan que con el retiro de bolardos en Puebla se ignora a la mayoría de la población y se afecta a la movilidad de más del 80% de la población para privilegiar al 15% que tiene vehículo propio
PALOMA FERNÁNDEZ | @palomapen
Sin otra opción para proteger a los peatones de accidentes viales, el retiro de bolardos en la ciudad de Puebla le da la espalda al 80% de la población de la capital del estado y privilegia al 15% que utiliza automóviles. Esa es la conclusión a la que han llegado activistas, organizaciones y legisladoras a favor de nuevas políticas de movilidad.
“Si nada más se escucharon a los ciudadanos que en sus casas no quieren ciclovías y al ciudadano que solamente maneja un automóvil, pues Eduardo Rivera solamente escuchó al 15% de los poblanos, pero no ha escuchado al otro porcentaje que a diario está a pie y que están en bici también”, comentó a Manatí la diputada local Guadalupe Leal.
La también presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano en el Congreso de Puebla ha mantenido una postura en contra de estas acciones de la nueva administración, aunque el presidente municipal Eduardo Rivera pertenece al mismo partido.
Para activistas como Juan Andrés Contreras, miembro del Consejo Ciclista Poblano (CADENA), desde el gobierno municipal se maneja un discurso de descalificación que alienta a la población a tomar una postura reacia ante los bolardos o las ciclovías.
Lo anterior hace que el descontento crezca, pues dee antemano los bolardos y las ciclovías no han sido bien recibidos por los dueños de vehículos particulares.
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“Lalo (Eduardo Rivera) sí está haciendo una muy mala jugada. No solamente al hablar de que se van a retirar bolardos, porque sé que hay unos que están mal puestos; sin embargo, su mensaje, tan solo para los grupos de movilidad pues es un mensaje que nos pone en jaque, y parece que contradice la misma agenda de movilidad”, comentó.
Y una muestra es el rechazo a la instalación de los separadores para delimitar el carril de la ciclovía en la zona de San Manuel en septiembre del año en curso, en donde bien se puede resolver –indican– con pintar las líneas de separación y, claro, con una campaña de concientización para que sean respetadas.
Pero para los activistas lo más importante es que las autoridades municipales no crean otras estrategias para reemplazar los bolardos que fueron quitados al aludir que estaban fuera de “la norma”.
Autoridades cerradas al diálogo, acusan
En el evento “Manu Vive”, realizado el domingo 21 de noviembre para conmemorar los tres años de la muerte de Manuel Vara, activistas, grupos ciclistas, junto con algunos diputados y senadores se dieron cita para recordar a las víctimas mortales de accidentes viales en Puebla, que tan solo para este año, ya se han sumado 20 fallecimientos a causa de accidentes viales.
En el evento, los presentes dieron cuenta de su molestia con el retiro de bolardos y biciestacionamientos. Ya que, para ellos y ellas, pareciera que esta administración ni siquiera tiene entre sus prioridades garantizar una agenda de movilidad para la ciudad.
“Es un mal síntoma que hasta el día de hoy no hayamos tenido una reunión con los representantes del gobierno municipal, y que en cambio sí ya se hayan reunido con los empresarios o con grupos de interés privado. Creo que ese es un reflejo de cuáles son las prioridades, y en este momento, la movilidad sustentable no es una prioridad para el gobierno municipal”, explicó en el evento Lizeth Mejorada, organizadora y defensora de los derechos de peatones y ciclistas.
Aunque algunos activistas se muestran incrédulos a esta apertura por parte de las autoridades, siguen exhortando al diálogo, a la participación y la empatía ciudadana para con el tema, ya que también, es un tema que atañe a otros sectores como los peatones con discapacidad.
“El subirse a una bici no puede ser ya una odisea, el subir del transporte público no puede ser una discriminación, el caminar por las calles no debe de ser ya el motivo de la inseguridad al estar parada en una esquina y crees que te van a atropellar, las calles y las ciudades deben de ser planeadas para que todos estemos felices y respetando los espacios de cada quién”, concluyó Guadalupe Leal.
La experiencia de ciclistas
Dos ciclistas compartieron a Manatí su impresión sobre el retiro de los bolardos y el análisis para quitar las ciclovías que analiza el gobierno de Rivera Pérez.
“Creo que falta mucha educación tanto de la sociedad como de nuestros representantes en los gobiernos, les falta sensibilidad política, y les falta sobre todo capacidad para entender lo que es la ciudad, donde todos son libres de circular y sobre todo de tener protección. Y ese es el problema, la infraestructura que se utiliza para la ciudad es pensada para el automóvil”, comentó Gonzalo Aguirre Beltrán, quien tiene 60 años de edad y la mitad de ellos ha sido ciclista.
“Creo que hay mejores formas de hacer separaciones en las calles para ciclistas y peatones. En realidad, la solución es muy sencilla, ni siquiera son necesarios bolardos tan llamativos, tan solo con pintar bien la separación de la ciclo pista en las calles sería suficiente, pero eso implicaría toda una cultura vial para respetar estas divisiones”, comentó Eduardo Báez, de 26 años de edad, quien ha sido ciclista desde hace seis años.
