Esmeralda Gallardo, madre buscadora, fue recordada por los integrantes del Colectivo La Voz de los desaparecidos en Puebla por su sonrisa amable, nobleza y labor en la búsqueda de Betzabé. “El Estado tiene una gran deuda que jamás le pagarán”, recriminan.
GUADALUPE JUÁREZ/ @lupjmendez
Betzabé abraza a Esmeralda, ambas sonríen. Es la imagen de una fotografía que han colocado los integrantes del Colectivo La Voz de los Desaparecidos en Puebla en un altar con flores incienso y veladoras, bajo una carpa en el zócalo de Puebla.
Familias de personas desaparecidas rodean ese altar y comparten sus experiencias con Esmeralda, cuando se encontraron con su sonrisa amable y mirada en la que se asomaba el dolor de la ausencia.
El día que les habló de Azul, la perrita que destrozaba su casa, pero que no era castigada porque era la mascota de Betzabé, su hija desaparecida desde enero de 2021.
Hablan de su lucha y resistencia en el plantón del año pasado para exigir una Ley de Búsqueda estatal que pretendía proteger a quienes buscan a un ser querido en el estado.
Recuerdan el día que una de ellas la conoció sentada en una silla debajo de una carpa del plantón, cómo entendió lo que ella le relataba sobre la búsqueda de su hija, porque ella vivía lo mismo con la de su sobrina.
En pie, búsqueda de Betzabé
“Esmeralda vive y vivirá para siempre en nuestra memoria, y en nuestros corazones, pero también en la memoria de Puebla. Esmeralda se fue, le arrebataron la vida y el Estado tiene una gran deuda que jamás le pagarán a Esmeralda, ni a los que duelen de su gran pérdida”, dice María Luisa Núñez, fundadora del Colectivo La Voz de los Desaparecidos.
De esta forma, los otros buscadores prometen seguir con la búsqueda de Betzabé, porque –dicen– se han convertido en una familia con el mismo objetivo.
“Estamos acá para reivindicar esa lucha, esa memoria. (….) Tus hermanos vamos a seguir, reivindicando y siempre exigiendo que se haga justicia”, comentó otro de los integrantes del Colectivo.
En el homenaje, los integrantes del Colectivo presenciaron una ceremonia religiosa, en la que también pidieron mayor sensibilidad de los servidores públicos, que atienden a los familiares de las víctimas de desaparición.