La instalación de la réplica de la Capilla Sixtina provocó el desprendimiento de decenas de lajas del atrio de la Catedral de Puebla que datan del siglo XVI, pero la afectación total al inmueble aún no ha sido comunicada por el INAH.
En el contrato número DABS/GESAD-043/SC/022/2019, del cual Manatí tiene una copia, no se especificó ninguna cláusula especial para preservar el atrio de la Catedral de Puebla, donde fue instalada la réplica.