Violencia

La primera vez que acosé a una mujer

La cruda moral de esa vez me sigue pegando hasta ahora, que pude haberla defendido y por el contrario me uní a ellos con mi silencio. Me da tanta vergüenza pensar en eso, me siento tan decepcionada de mí. Quisiera verla y pedirle perdón por no hacer respetar su dignidad, esa que se merece no solo por ser mujer, si no por ser humano. De todos, la más weona fui yo. Me arrepiento tanto.

La violencia hacia los hombres, ¿también cuenta?

Si queremos una verdadera equidad de género, tenemos que pugnar para que la agresora sea llevada hasta las instancias de justicia adecuadas, que cuando un hombre denuncie no sea objeto de críticas ni de burlas, ni tampoco sea educado bajo el argumento de “fuerza y valor”, son tan humanos como nosotras y se vale que lloren

Dos mil historias asesinadas

Así como va el país, ver avioncitos o juegos hechos con gises en las calles será una cosa en peligro de extinción, ¿o ya lo es?

Y se llama México…

A pesar de todo sigo creyendo, sigo luchando, dando letras en lugar de balas, libros en lugar de pistolas.