En el inicio de clases, la UDLAP no logra sacudirse del conflicto legal que comenzó a finales de junio por el control de las finanzas de la universidad; la confusión es tal que dos personas, Luis Ernesto Derbez Bautista y Armando Ríos Piter, se proclaman rectores de la universidad.
GUADALUPE JUÁREZ | @lupjmendez
La Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) comenzó un nuevo ciclo escolar de nuevo a distancia y sin poder regresar al campus, tras el pleito legal que mantiene la familia Jenkins y un nuevo patronato elegido desde el gobierno estatal.
Tanto Luis Ernesto Derbez como Armando Ríos Píter se identifican como rectores de la UDLAP, mientras que la fundación Mary Street Jenkins asevera que un juez ordenó la devolución del campus a otro juez de Ciudad de México.
Sin embargo, el nuevo patronato afirma que el caso se encuentra en manos de otro juzgado, por lo que no regresará la UDLAP, además que desconoce a los Jenkins para pronunciarse respecto al pleito legal.
Hasta ayer, los alumnos retomaron sus actividades del ciclo Otoño 2021, aunque planeaban que esta semana comenzarán clases en modelo híbrido, es decir, quienes quisieran regresar a estudiar de manera presencial podrían hacerlo, mientras que los que desearan seguir a distancia tendrían esa opción.
El Comité Estudiantil de la UDLAP también se pronunció sobre el conflicto y acusó al nuevo patronato de acosarlos, con constantes llamadas para “entablar diálogo”.
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“La postura de la comunidad estudiantil es la misma: el conflicto legal no debe de afectar más la vida universitaria, y eso será posible devolviendo la universidad a las condiciones en las que se encontraba antes de la entrada de los elementos armados el 29 de junio”, dijeron a través de un comunicado.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta, que había hecho comentarios de posibles malos manejos del anterior patronato, conformado por integrantes de la familia Jenkins y Luis Ernesto Derbez, evitó dar más declaraciones y dijo se trataba de un conflicto legal entre particulares.
Desde el martes 29 de junio, un grupo de policías estatales entraron al campus al señalar que cumplían con una orden judicial, la cual provenía de un juzgado de Ciudad de México.
A partir de ese día, la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Beneficencia Privada del Estado de Puebla designó a un nuevo patronato de la UDLAP y destituyó al de los Jenkins.
Luego nombraron a Ríos Píter como rector, pero el 16 de julio otra orden de un juez federal regresó a manos de los Jenkins la universidad, lo cual el nuevo patronato volvió a impugnar.