Una jueza ordenó la reapertura de una investigación en contra de la empresa de transporte Estrella Roja, donde por años sus directivos y empleados cometieron discriminación en contra de un hombre por ser homosexual y tener VIH.
PALOMA FERNÁNDEZ | GUADALUPE JUÁREZ
A pesar de que Carlos tenía todas las pruebas para comprobar que había sufrido discriminación, el Ministerio Público minimizó las acusaciones, lo revictimizó y archivó su caso.
Cuando Carlos se sentó frente al MP, este lo discriminó, le dijo que había leído la carpeta de investigación y que el problema era personal, de identidad y de orientación.
“Ese MP me dijo que yo tenía sida, defendió a la empresa y me dijo que actuó protegiendo la salud de mis compañeros, y que por eso me separaban y es evidente que el MP es una persona que discrimina”, relató Carlos a Manatí.
Pero este 11 de mayo, una jueza ordenó a la Fiscalía General del Estado reabrir la carpeta de investigación 2772/2019/UVFYDGLGTBTTIQ, que estaba en manos de la Fiscalía de Género y que ahora ha sido enviada a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos contra la comunidad LGBTTIQ.
Hasta entonces, Carlos se había enfrentado a la nula investigación por parte del ministerio público. De hecho, este le pidió que recabara las pruebas contra la prensa, a pesar de que había algunas a las que no podía tener acceso, como el registro de la prueba de VIH en la Secretaría de Salud que la empresa Estrella Roja lo obligó a realizarse en contra de su voluntad.
Incluso, Carlos llevó a un testigo que relató los abusos, burlas y formas de discriminación que sufrió en la empresa, así como las denuncias que presentó ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) , pero el MP dio un carpetazo y cerró el caso.
Puedes leer: Una historia de abuso, homofobia en Estrella Roja de Puebla
Durante la audiencia que se llevó a cabo el 11 de mayo, que Carlos consiguió hasta que contrató asesoría jurídica privada, el MP arguyó que Carlos no acudió a reuniones y era quien no mostraba disposición. Se dirigió a él con el pronombre de ella, por lo que la jueza le dijo que era evidente que carecía de “perspectiva de género”.
Fue así como ordenó que la Fiscalía de Puebla reabriera el caso, acompañe a Carlos y deje de pedirle que sea él quien recolecte la evidencia de su caso; de lo contrario, los servidores públicos involucrados serían sancionados e inhabilitados.
“Abrir mi caso fue algo positivo, porque yo creo que dentro de esa fiscalía no soy la única persona a la que le dieron carpetazo, todas las veces que fui al MP me encontraba con muchas víctimas”, dijo.
Carlos pidió que si hay más víctimas que han pasado lo mismo que él denuncien, para que se haga justicia: “Alcen la voz y no se queden con ese nudo de sentirse solos, es horrible sentarse frente al MP y ver su mirada de indiferencia y acusándote, te hacen sentir y arrepentirte de haber denunciado; ojalá más gente que tenga casos similares, alce la voz, no se quede callada”, concluyó.
