
Industria musical discrimina a las mujeres
Es tiempo de mirar hacia otros medios como las redes sociales que les permitan saltar las barreras impuestas por los medios tradicionales y llegar cada vez a más personas.
Es tiempo de mirar hacia otros medios como las redes sociales que les permitan saltar las barreras impuestas por los medios tradicionales y llegar cada vez a más personas.
La inciativa “5 por las mujeres” del ayuntamiento de Puebla fue lanzada para conocer las prioridades de éste sector, sin embargo, encontramos algunas deficiencias… y nos surgieron algunas dudas.
En cadena humana nos atrincheramos frente a la puerta de la Fiscalía haciendo un minuto de silencio, un minuto que no vale nada mientras las 66 mujeres asesinadas no tengan justicia. Terminado el minuto, también acabó la marcha. Ese día hablé con la madre de Paulina Camargo y sus palabras literales fueron: cuídate, empodérate.
Por Bruno Córdova Manzor de MQLTV Anda dando vueltas un hashtag en Twitter y es un hashtag molesto. No lo reproduciré textualmente para no alimentar
Una necesaria aclaración sobre los movimientos feministas, y el rol de la mujer en América Latina; aprovechando la marcha realizada en Puebla.
Emma, está siendo lacerada por memes, por burlas, pero las peores son los adjetivos con los cuales la insultan, ella no es más que la víctima de una sociedad machista que al hombre le permite hacer y deshacer, sin deberla ni temerla, pero eso no está permitido para la mujer que debe ser femenina, calladita, de su casa, que no fuma, no toma y que debe llegar virgen al matrimonio.
Para los jóvenes está justificado usar la violencia contra la mujer en caso de que ella queme la comida, descuide a los niños, se niegue a tener relaciones sexuales o salga de la casa sin permiso, según un reporte de la Unicef.
La cruda moral de esa vez me sigue pegando hasta ahora, que pude haberla defendido y por el contrario me uní a ellos con mi silencio. Me da tanta vergüenza pensar en eso, me siento tan decepcionada de mí. Quisiera verla y pedirle perdón por no hacer respetar su dignidad, esa que se merece no solo por ser mujer, si no por ser humano. De todos, la más weona fui yo. Me arrepiento tanto.
Si queremos una verdadera equidad de género, tenemos que pugnar para que la agresora sea llevada hasta las instancias de justicia adecuadas, que cuando un hombre denuncie no sea objeto de críticas ni de burlas, ni tampoco sea educado bajo el argumento de “fuerza y valor”, son tan humanos como nosotras y se vale que lloren