Dos hombres pasarán 14 años en prisión tras disparar a una persona de la comunidad LGBT. Es la primera vez que un crimen de odio no queda impune en Puebla.
Ojalá avancemos por una senda nueva, donde, desde los hinchas podamos entender que amar a nuestros clubes no significa odiar ni menospreciar a los rivales, mucho menos usando conceptos que segregan a otros por color de piel, país, género, orientación sexual, u otras formas de discriminación comunes y normalizadas.