México

Revolucionando la mensajería en la ciudad

De acuerdo con Armando Amaro, creador de la iniciativa, éstas son las razones por las que las personas deberían probar alguna vez “Cicloenvíos Mensajería”.

El país de los agachados

Ya sea por el aumento a la gasolina, por las y los desaparecidos, por los constantes asesinatos, por los estados en quiebran, por el descaro de aceptar casas, de los que más tarde construirán carreteras, por lo que te mueva, sal a las calles, troléalos en redes sociales, no votes nuevamente por ellos.

Como me dueles México

¿Estamos siendo mejores ciudadanos para poder exigir un mejor gobierno?

Lo que nos duele del gasolinazo

Debemos entender aunque duela, que la gasolina no es un derecho, es un bien, y como todo bien de consumo, en una economía sana debe seguir las reglas del mercado. Nos miente aquel que nos prometa o nos diga lo contrario, así como nos mintió también el Gobierno al decirnos que no sucedería y será en las urnas donde habremos de juzgar a quienes nos han mentido.

De nuevo el miedo… de nuevo la esperanza

De nuevo pienso que debemos romper con la estrategia del miedo que el poder propone para legitimar su tormenta. Debemos romper actuando con nuestra digna rabia, nuestra impaciente esperanza y nuestro legítimo grito de rechazo hacia lo que es injusto, hacia lo que no nos deja existir como queremos. Debemos ir más allá del odio, encontrar en las calles, en el otro, en nosotros, de nuevo la esperanza.

Esos son, esos son los que chingan la Nación

¡Ya basta! Basta de la democracia a modo que sólo ayuda a los poderosos, pero sobre todo basta de llenar de miedo y enojo las calles de Puebla, los enemigos no somos los poblanos ni los mexicanos, son los que chingan la nación, y la están chingando estos infames saqueadores.

Será porque llegó la Navidad

Nuestro paso por la vida es temporal y en estas fechas –y todo el año—deberíamos tener la consciencia de hacer este mundo un lugar mejor, esto no implica hacer hechos extraordinarios como irnos a rescatar personas en los escombros de Alepo, pero sí en un metro a nuestro alrededor, con nuestros vecinos, en nuestra familia.