Volvemos a la calle principal, los automóviles siguen entrando, pareciera que cada vez hay más voluntarios que habitantes, todos creen ayudar pero no hay organización, en las calles se escucha una frase: esto parece turismo humanitario.
Airbnb pone en contacto a anfitriones y huéspedes que se inscriban a este programa de emergencia. Lo único que se debe hacer es acceder a la plataforma y crear una cuenta gratuita, en dado caso de que ya no se cuente con una.