Diferenciar los síntomas, realizarse una prueba y acudir con un médico son algunas recomendaciones para las personas que creen haber contraído covid-19.

PALOMA FERNÁNDEZ | @PalomaPEN

En Puebla se han registrado 57 mil 608 casos positivos de covid-19 hasta el 26 de enero de 2021. De estos pacientes, en total se encuentran hospitalizadas mil 376 personas, otras 332 personas convalecen en casa y 7 mil 261 personas más han muerto.

Recientemente, el secretario de Salud en el estado, José Antonio Martínez García, explicó que la mortalidad de la covid-19 se relaciona mucho con la tardía atención médica para los pacientes.

El funcionario explicó que los pacientes acuden a los hospitales con entre seis y 10 días de síntomas y, en ocasiones con una oxigenación al 50%, casi la mitad de lo óptimo.

En consecuencia, es necesario detectar y atenderse a tiempo cuando se presentan síntomas de covid-19. Esta guía realizada por Manatí, con el consejo de la doctora Dulce María Suárez Pérez, coordinadora de Salud Universitaria de la UPAEP, puede servir en esos casos.

Diferenciar los síntomas: entre la covid-19, gripa, influenza…

Atravesamos una época del año en que las enfermedades respiratorias se hacen frecuentes. Desde la influenza a una gripe común o una alergia, los síntomas de todas estas enfermedades tienden a confundirse, pues el hecho de que todas se concentren en las vías respiratorias nos hace dudar de si somos o no portadores del virus.

Para detectar que tenemos coronavirus, la doctora Suárez hace énfasis en tres síntomas clave: fiebre, tos y cefalea (dolor de cabeza intenso). Estos tres síntomas pueden presentarse juntos o separados y pueden estar acompañados de otros síntomas anexos, que a pesar de no ser comunes, con intensidades que varían de paciente a paciente, suelen ser indicativos base de la gravedad de la enfermedad en nuestro cuerpo.

Algunos de estos síntomas pueden ser dolor de cuerpo, fatiga o debilidad extremos, diarrea, dolor abdominal, nauseas o vómitos, falta de apetito o secreción nasal.

Dentro de estos anexos podemos reconocer algunos síntomas que pueden ser sinónimo de gravedad: dificultad para respirar, perdida del sentido del gusto o el olfato, dolor de pecho, coloración morada de labios o uñas y la aparición de moretones en algunas partes del cuerpo. Este último síntoma puede ser muestra de una afectación mayor en el sistema circulatorio.

Una diferencia esencial entre cualquier otra enfermedad respiratoria y el coronavirus es el tiempo de manifestación de los síntomas. Mientras que en un resfriado o gripe se suele tener manifestación de síntomas en uno o tres días después del contagio y la influenza de uno a cuatro días, los síntomas de coronavirus pueden manifestarse entre uno a catorce días después de haber adquirido el virus, lo usual es que a los diez días los síntomas se hagan presentes.

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Todos estos factores tienden a variar, ya que el perfil médico del paciente influirá en la intensidad y gravedad del virus. Por ejemplo, pacientes con comorbilidades o de edad avanzada son más propensos a que esta enfermedad se agrave y tiende a presentarse incluso a los tres días de haberse contagiado.

Esto no quiere decir que se descarta que jóvenes, infantes o personas en general con un estilo de vida saludable puedan presentar dificultades dentro de esta enfermedad.

En caso de presentar una sintomatología leve o no presentar algo en especial, es necesario estar conscientes de que si convivimos con personas recientemente, o si se realizó alguna actividad de riesgo (estar en lugares poco ventilados, convivir con una cantidad considerable de personas, asistir a eventos o lugares que representan focos importantes de contagio), es probable que seamos portadores del virus.

En consecuencia es necesario tomar medidas lo más pronto posible, ya que la doctora Suárez especifica que estos pacientes son los principales esparcidores del virus.

“Si yo me entero de que una persona con la que conviví salió positiva, yo tengo la obligación de avisar a todas las personas que yo vi después de ese contacto. Hacer un listado y avisar a esas personas incluso antes de presentar síntomas porque recordemos que estas personas pueden tener síntomas leves o no tener, y eso puede ser un riesgo de contagio grande”, comenta.

El verdadero dilema, ¿qué prueba me hago?

Una vez has reconocido uno o varios síntomas, o al detectar que se estuvo en situaciones con exposición al virus, es momento de saber con certeza de qué se trata.

En el mercado existen muchas pruebas para corroborar las sospechas de esta enfermedad, sin embargo, en esta variedad tenemos que elegir dependiendo de nuestra situación y necesidades. Podemos encontrar tres tipos de pruebas para detectar COVID-19:

PCR

Esta prueba es considerada el mejor estándar para saber con certeza si tenemos o no covid-19. Se realiza con ayuda de un hisopo grande capaz de realizar un exudado faríngeo o nasofaríngeo, es decir, se introduce por la nariz o la boca para recoger muestras que posteriormente confirmarán o no la presencia del virus en nuestro sistema.

Los resultados de esta prueba tardan de entre uno a tres días dependiendo del laboratorio o lugar autorizado en que se realice. Actualmente en Puebla existen aproximadamente siete laboratorios oficiales que pueden tener formatos de prueba exprés.

Esta prueba es recomendada principalmente para personas asintomáticas o que estuvieron en contacto con un portador del virus; en este último caso los especialistas recomiendan realizarse la prueba al menos tres días después de haber tenido contacto o al detectar tener algún síntoma clave o anexo.

Estas pruebas varían en costo y van de entre los 950 pesos a los 3 mil 500 pesos, dependiendo del laboratorio y modalidad que se busque, ya que existen pruebas PCR capaces de detectar hasta tres enfermedades virales más, como la influenza.

Prueba de antígenos o pruebas rápidas

El 28 de diciembre de 2020 la OMS autorizó el uso de pruebas rápidas para la detección del virus de COVID-19, sin embargo, en México hubo luz verde en éstas hasta el 11 de noviembre. Estas pruebas tienen un estándar a cumplir por lo que en México solo están autorizados cinco tipos, los puedes consultar aquí.

Estas son pruebas rápidas que proporcionan un resultado dentro de 10 o 15 minutos después de haberse realizado. Es necesario saber que estas pruebas no cuentan con la sensibilidad necesaria para otorgar un resultado confiable, por lo que muchos especialistas recomiendan que, si sale negativo y las dudas o síntomas persisten, es necesario realizar una prueba de PCR.

Las pruebas de antígenos son realmente prácticas, pero se recomienda que se realicen siete días después de los primeros indicios del virus en casos de sintomatología leve, ya que podemos tener menos carga viral, lo que no haría muy confiable esta prueba.

Los costos de dicha prueba van de los 250 a los 850 pesos, y su disponibilidad varía, ya que son pocos los laboratorios en el estado que manejan este tipo de prueba debido a su reciente aprobación.

Prueba en sangre de inmunoglobulina e IgG

Esta prueba va enfocada a aquellas personas que ya hayan tenido el virus, pues sirve para comprobar que en nuestro organismo ya existen los anticuerpos para hacerle frente. Se recomienda tomarse diez días después de haber presentado síntomas y eso ayudará a saber si aún se cuenta con un riesgo de contagio.

Sus precios van de los 160 a los 820 pesos y se realiza a través de una prueba de sangre. El tiempo de espera para recibir los resultados será de dos a tres días dependiendo del laboratorio.

Aquí un listado de los laboratorios que se recomiendan:

• Laboratorio de Diagnóstico Molecular UPAEP
• Laboratorios CHOPO
• Laboratorios Ruíz
• Centros Salud Digna
• Linfolab

Estos laboratorios son algunos de los más recomendados, pero puedes preguntar en tu laboratorio de confianza y asegurarte que cumpla con tus necesidades.

Tengo COVID-19, ¿ahora qué hago?

El primer paso y más importante es acudir por atención médica para que se dé el tratamiento adecuado y apegado a los síntomas que se presentan. Incluso determinar si es necesaria la hospitalización del paciente o solamente mantenerle en aislamiento.

Si se convive con un paciente con covid-19, las medidas en casa deberán adoptarse por cada miembro de la familia, iniciando por mantener en aislamiento al paciente en una habitación ventilada (ya que el virus puede permanecer en una habitación hasta por tres horas) y con un constante monitoreo de la temperatura y oxigenación de éste. Estos dos indicativos serán la clave para saber si la enfermedad evoluciona para bien o para mal.

El paciente debe trasladarse con cubrebocas en todo momento incluso dentro del hogar, y si se está en contacto con algún miembro de la familia, ellos también tendrán que portar un cubrebocas.

En cuanto a ámbitos de cuidado, se determinarán principalmente por el médico, pero es importante saber que el paciente deberá mantenerse hidratado y con descanso suficiente.

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En casos de pacientes asintomáticos el riesgo de contagio pasará después de 11 o 14 días de confirmarse el diagnóstico; si hay síntomas, el riesgo pasará a los cuatro o siete días de ya no presentar malestares. Estos son los casos leves y que se pueden llevar una cuarentena en casa con el tratamiento recomendado.

Aquellos casos en los que la enfermedad se agravó, los pacientes tienden a presentar secuelas pulmonares, principalmente, pero está comprobado que ya no son contagiosos pues sólo están viviendo las lesiones pulmonares que esta enfermedad dejó.

La medicación es un tema relevante en estos casos, ya que la doctora Suárez advierte que medicamentos anticoagulantes, antivirales o antibióticos deben ser estrictamente recetados por neumólogos, ya que estos solo se destinan a casos donde hay daños pulmonares graves, casos circulatorios difíciles o el COVID-19 esté acompañado de alguna bacteria.

De ser el caso contrario, es necesario recurrir a especialistas que den el tratamiento adecuado ya que sin ser necesarios se corre el riesgo de agravar la enfermedad.

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Otras recomendaciones

Puebla está en medio de un colapso hospitalario importante, por lo que es necesario saber que, si no se cuenta con el servicio de seguro social por cualquier institución pública, o un seguro de gastos médicos mayores, se debe asistir a los denominados Hospitales COVID, como lo son el Hospital General de Cholula o Hospital General del Norte.

Los hospitales COVID de la capital son los que mayor saturación presentan, por lo que es necesario reconocer algunos centros de salud en las periferias o en otros estados de ser posible. Si un especialista determinó que no es necesaria la hospitalización, lo mejor es guardar aislamiento en casa acatando las indicaciones sanitarias.