“La mirada en el cielo”, un cuento de Mario Galeana
Un extraño personaje se acerca a un grupo de mujeres que buscan a personas desaparecidas y les ofrece una opción. Este es un cuento de Mario Galeana.
Un extraño personaje se acerca a un grupo de mujeres que buscan a personas desaparecidas y les ofrece una opción. Este es un cuento de Mario Galeana.
El diario anuncia la detención de un líder criminal, y ese es el punto de partida de un recuento sobre el submundo policial y la prensa.
La violencia en el país ha provocado que la idea de viajar solos sea aterradora. Frente a nosotros han tendido un anuncio luminoso que indica el fin del camino.
Se está haciendo tarde es, sencillamente, la mejor novela de José Agustín, la mejor novela de la mal llamada Generación de la Onda y tal vez una de las diez mejores novelas mexicanas.
Yo, mientras tanto, escribo. Y cada noche que resuello con la espalda machacada por pasar más de 14 horas sentado frente al monitor, sólo me digo lo mismo que aquella noche, la noche del latigazo intestinal: también esto pasará.
Si creyera en los propósitos, este año trataría de hacer lo que no hice el año pasado: conseguir una beca, otro empleo, tiempo para mí mismo, una silla cómoda, una nueva computadora, mi título universitario. Debería mudarme a otra casa, comprar un sofá, conseguir vacaciones, ver el mar, tener más tiempo, nuevos libros.
La tarde de ese día las redes sociales estallaron, e incluso algunos se mostraron más indignados por los imbéciles que grabaron con sus teléfonos la reacción de Carmen Medel que por el crimen de su hija.
Cada vez que tengo a Flor a mi lado le digo una sola cosa: que debe tener cuidado.
Mírenlos: están ahí, tendidos, y allí se quedarán hasta que la resolana empiece a morderles los rostros y entonces sea necesario recuperar las formas, la ropa, las costumbres.
Los vi pasar de ser campesinos a activistas que memorizaban y repetían los convenios de la OIT sobre la consulta a los pueblos indígenas.